ivimos una situación excepcional. Una situación en la cual nos vemos amenazados tanto por la existencia de un virus para el que actualmente no hay vacuna, como por la incertidumbre de los efectos económicos que va a dejar. Una situación que va a poner a prueba los cimientos sobre los que se sustenta nuestro modelo de sociedad.

Sabemos que son tiempos difíciles. No cabe duda. Y nos afectan a todos los ciudadanos en mayor o menor medida. Por ello, desde nuestra asociación queremos hacer un llamamiento a la esperanza y cordura, y aprovechar nuestro altavoz como representantes de la sociedad civil para lanzar una serie de mensajes a los distintos agentes:

A la población civil de nuestra Región le pedimos que no pierda la esperanza en un futuro que pronto se vislumbrará, asumiendo la responsabilidad que a cada uno de nosotros nos compete en la mitigación y contención de la pandemia. En estos momentos nuestra obligación es la de permanecer en casa en la medida de nuestras posibilidades laborales, ni más ni menos, tal y como han hecho o están haciendo otras sociedades, las cuales han sabido soportar con estoicismo el periodo de reclusión que la lucha contra el virus nos obliga a mantener. Decía Gandhi que «el futuro depende de lo que hagas hoy».

A los dirigentes políticos les exigimos que estén a la altura de lo que la actual situación les demanda. Ello implica aparcar las diferencias políticas y abrazar el consenso con el fin de, desde la unidad y sin fisuras, adoptar las medidas sociales, sanitarias y económicas que en cada momento se consideren más idóneas para mitigar los efectos de la crisis que nos afecta. No es momento de buscar culpables o de lanzar reproches políticos. El virus ya está en nuestras calles, entre nuestra gente, por lo que debemos enfocar todos nuestros esfuerzos, pensamientos e ideas en derrotarlo, y no perder el foco en discusiones que no conseguirán que el virus desaparezca.

Por último, una vez vencido el virus nos tocará luchar contra los efectos económicos que su estela va a dejar, efectos que se notarán en casi todos los sectores económicos y en todos los estratos sociales (desde sector de la construcción, empresas de industria pesada hasta empresas de turismo o consultoras de negocio y despacho de abogados).

Apelamos a la solidaridad social y económica de todos los agentes sociales, patronales, entidades financieras y organismos públicos. En esos momentos su obligación para con la sociedad será definir, acordar e implementar todas aquellas medidas de carácter laboral, fiscal, financieras y económicas que permitan amparar y resguardar a la mayor parte de la ciudadanía de los efectos devastadores de la crisis y en particular, a los colectivos más damnificados y ello por encima de los intereses económicos individuales y en pos del beneficio global de nuestra sociedad con mayúsculas, que somos todos.

Somos una gran Región dentro una gran nación y no cabe duda de que estaremos a la altura de lo que nos demanda el presente como país desarrollado. Gracias.