La desigualdad tiene su origen en factores culturales y sociales: la perpetuación de determinados roles de género a través de la publicidad y los vínculos humanos, la falta de presencia de mujeres en espacios de poder, la necesidad de abordar la realidad con perspectiva de género en espacios de toma de decisiones tanto en el ámbito público como privado, la ausencia de empatía? Todo esto es injusto y violento, y deja fuera la mirada, las necesidades y la vida de la mitad de la población.

El municipio de Murcia es el séptimo más poblado de España. En el Equipo de 'desgobierno' actual del ayuntamiento de Murcia no existe un espacio institucional propio que promueva y gestione de manera autónoma y transversal políticas públicas que reviertan situaciones de desigualdad y machismo que se manifiestan en lo social, en lo político, en lo cultural y en lo económico. Y es que el actual equipo que trabaja en el área de mujer lleva a cabo una grandiosa labor con escasísimos, recursos materiales y humanos: solo contamos (menos mal) con una Agente de Igualdad.

Teniendo casi intacta la capacidad de soñar puede decirse que en ocasiones fantaseo con ese espacio. Me parece urgente la puesta en marcha de una concejalía de Igualdad, con recursos humanos y económicos suficientes y adecuados para el desarrollo de políticas públicas feministas. Esto sí sería una apuesta, y segura, por priorizar la consecución de la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres y por poner las vidas en el centro.

Llevar la vida al centro supone protegernos y cuidarnos como sociedad. Supone comprender que la violencia machista obedece a cuestiones meramente estructurales como enuncia la Ley Orgánica 1/2014 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Supone saber que los feminicidios son el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Supone entender que las mujeres, tanto las que decidimos sera madres como las que no, queremos el derecho a acceder al mercado de trabajo y a nuestro desarrollo integral en igualdad de condiciones con los hombres y esto, querida amiga, querido amigo, le pese a quien le pese está muy lejos de ser una realidad palpable y en Murcia sucede de manera más flagrante que en la mayoría de los municipios españoles. El ayuntamiento de Murcia cuenta con tan solo 569 plazas en escuelas infantiles de gestión directa. Sí, 569 plazas para una población infantil de cero a tres años que ronda los 21.000 menores.

Un día como el 8 de Marzo es necesario en el calendario. Para visibilizarnos. Para salir otra vez a las calles a gritar bien alto que un sistema que permite que violen a una de nosotras cada ocho horas es injusto y despiadado. A gritar que un sistema que cuenta con más de mil asesinatos por violencia machista en España en los últimos años está obviando graves deficiencia estructurales. Esto es, que queremos seguir recordando que la desigualdad de base con la que contamos solo perteneciendo al 'género femenino' y que tiene su expresión máxima en la violencia machista que es la punta del icerberg, nos lleva e a la total falta de garantía de la justicia de género en todos los ámbitos de la vida.

Días, personas, vidas feministas. Eso necesitamos. Los y las feministas hemos de ser muchos, necesitamos ser más. Esto es así porque gracias a los feminismos y al movimiento feminista, gracias a nuestras madres y a las que ya no están, gracias a las mujeres que hemos demostrado que sufrir discriminación salarial, hacer equilibrismos para conciliar la vida personal, familiar y laboral, sufrir abuso y acoso sexual, gracias a ellas, a nosotras, sabemos que todos estos no son problemas individuales si no que tiene su origen en una desigualdad estructural injusta y violenta.

Vaya panorama. Los cuidados y la pobreza están feminizados, nos lo dicen los datos una y otra vez. Como también es una realidad que las denuncias por delitos sexuales se han incrementado un 60% en los últimos seis años. Las políticas por la corresponsabilidad y la lucha contra el machismo situados, en la mayoría de ocasiones como eslóganes vacíos de contenido, sin dotación presupuestaria ni partidas específicas en los presupuestos que permitan desarrollar Leyes como la 8/2016 de Igualdad social de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales y Transgénero y de políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género: ley autonómica cuya implantación y desarrollo necesita financiación. Y el alcalde y el presidente de la Comunidad meciéndose en el hedonismo de lo estético, de los logros megalómanos y permitiendo los vetos a la educación y formación integral de nuestras hijas, de nuestros hijos, y el blanqueamiento del juego en esta tierra, que se está convirtiendo en la de los casinos y de los cansinos.

Necesitamos acciones concretas que pasen primero por la toma de conciencia de que habitamos en un sistema de privilegios. De que mientras unos y otras ostentamos una serie de prerrogativas, otros y otras están privados de ellas. Y en esto es fundamental el papel que juega la educación sexoafectiva, el conocimiento y el autoconocimiento, en la transformación de las condiciones materiales de vida de las mujeres y de toda la sociedad: todos estos cambios pueden alcanzarse, por ejemplo, con una ley de libertad sexual que garantice que las mujeres somos titulares de derechos sexuales y reproductivos.

Este 8M, como siempre, nos vemos en las calles.