Que los ciudadanos caminen no es una preocupación única del Ayuntamiento de Murcia. La OMS recomienda dar 10.000 pasos diarios para mantenerse en forma y con salud, y a esa cifra se han sumado distintas entidades de la Región. La Universidad de Murcia o la Consejería de Educación, entre otras instituciones, han llevado a cabo programas con esa cifra mágica y han elaborado rutas para que los ciudadanos se calcen las zapatillas, o un cómodo zapato, y se pongan a la tarea.

También el propio Ayuntamiento de Murcia ha impulsado acciones desde hace años para lograr que sus vecinos caminen en rutas y vías verdes y hasta en la propia ciudad. Ahora, con el ‘metrominuto’ presentado hace unos días por el alcalde, José Ballesta, la capital de la Región pretende un nuevo hito: que los ciudadanos abandonen el turismo privado para ir al trabajo y hagan esos desplazamientos en el coche de San Fernando, un ratito a pie y otro caminando.

Un salto cualitativo, sin duda, y una apuesta arriesgada para una administración que cuenta con una ciudadanía fascinada por la automoción y que ha desarrollado un urbanismo durante décadas pensando en la industria automovilística como forma de movilidad y con pocos espacios para carriles bus o bicis. El ‘metrominuto’ es una oportunidad de oro para revertir esas circunstancias y hacer las cosas de otra manera, con ampliación de zonas peatonales en pedanías y barrios periféricos, vías de calmado de tráfico, mejorar transporte público, más aparcamientos disuasorios, dar cabida a nuevas formas de movilidad (patines y patinetes), sensibilización de la población y otras medidas que ya han sido testadas en Pontevedra, la ciudad que inventó el ‘metrominuto’ y que ganó, por eso, un reconocimiento europeo.

Este plano con los tiempos que se tarda en recorrer puntos determinados se ha extendido en más de medio centenar de municipios españoles, e incluso en determinadas ciudades como París y otras urbes europeas. También ha cruzado el charco y ha llegado a México. En la Región, antes que Murcia, se ha puesto en marcha en Águilas y en Molina de Segura. Ahora, la capital tiene la oportunidad de hacer un proyecto serio partiendo del ‘metrominuto’ de movilidad sostenible. En caso contrario, será una ocurrencia más del Gobierno local.

Dos manifestaciones en Murcia para el 8M

Los movimientos feministas parece que han agrandado sus diferencias a tenor de las dos manifestaciones que se han convocado con motivo del 8 de marzo. La comunicación de los grupos feministas no se ha cultivado mucho para ponerse de acuerdo a la hora de poner de manifiesto la lucha de las mujeres.

El Movimiento Feminista ha convocado una manifestación a las 18.00 horas del domingo y la Asamblea Feminista ha hecho lo propio a las 11.30 horas, lo que demuestra que hay diferencias entre ambas organizaciones que ni siquiera son capaces de unirse bajo una misma convocatoria. Sería bueno que recapacitaran y consensuaran una única movilización para que las mujeres que deseen mostrar públicamente sus inquietudes ese día lo hagan en comunión y bajo el paraguas de la sororidad, y de paso mandar un potente mensaje a todos aquellos que niegan algunas de las principales lacras que sufren las féminas como la violencia machista, la precariedad laboral, la brecha salarial, etc.

Difícil lo tiene el feminismo organizado en Murcia, que hace tiempo fue dinamitado por intereses partidistas y particulares, un movimiento que ha sufrido una nueva desmembración y ha asistido al nacimiento de otra entidad denominada Murcia Feminista y Combativa. El heteropatriarcado, si estuviera encarnado por una persona, estaría frotándose las manos al ver esa desunión. Por nadie pase.