Hace años escribí sobre la revolución de los cuadraos, en aquella incipiente época del moderneo gastronómico, cuando los camareros se empezaron a vestir de negro, a lucir tatuajes y los platos cuadraos se servían con algo y foie. Ni entonces ni ahora me siento un foodie, pero siempre he sido muy tigretón, precioso sinónimo ametalenguajeado de disfrutón. Onomatopéyico. Años después vuelvo a escribir de Pablo González para destacar lo mismo que hice aquella vez cuando Achopijo era sólo un blog donde quedábamos los amigos para echar unas risas y no perder comba tigretona. Y esto es la ilusión. Y ahora con el valor de ver la misma, o más, después de ser líder destacado en la revolución de la cocina murciana. Lo de las estrellas michelín es una consecuencia. Digan lo que digan, esto es lo que yo creo.

En una feria gastronómica de Madrid, el chef Pablo González, junto a unos chefs vascos, madrileños y catalanes, se pegó un swing sobre un alambre de innovación enseñándonos el resultado de un trabajo científico de altura, merecedor de la tan manida, pero siempre cierta, expresión futbolera: «Si esto lo hace Messi lo tenemos hasta en la sopa» (cambien Messi por cualquier chef estrellado no de Murcia).

Pablo González Conejero, aupado al cosmos culinario con el sobrenombre de 'Un chef de Murcia', ha sido el primero del mundo en crear seda comestible. Échale ñoras. Seda. Atención al pedazo de vínculo onomatopéyico que nos marca el chef panocho€ Seda para comer. Aquí, donde decir seda es decir más que caviar, oro molío o un trocico de cielo. «Eso es seda, nene». Una vez que podemos comer seda ya no nos queda mucho más que pasar por el fogón... ¿Nubes? ¿rayos de sol al atardecer en la huerta? Seda con el sabor que queramos, que nadie se confunda. Bueno, con el que quiera Pablo González, que para eso es el único chef del mundo que sabe hacer seda. Ojo, con ayuda del IMIDA y meses de trabajo...

La cocina murciana va como la seda. Con Pablo, y otros muchos chefs con nombre y apellidos, con María Gómez, David López, Julio Velandrino, Tomás Écija, Cundi López, Nacho Abellán, Antonio Belando, Pedro Morales, Juan Antonio García, Cayetano Gómez, Jose Cremades, Estrella Carrillo, Rodi Fernández, Pablo Martínez, Juan Guillamón, Juan Pablo Ortiz€ y tantos otros. Todos chefs de Murcia. Nada mejor que una lengua para darnos el gusto de sacársela a todos los que no nos conocen o nos ningunean. Aquí seguiremos haciendo seda y dejando ojiplático al responsable de I + d de Arzak sobre el escenario de Madrid Fusión. La verdad es que importa, pero oye, manteniendo la teoría de la cansera: Si no viene nadie, que no venga... ¿Será por seda? Nuestro secreto seguirá a salvo. Porque con la gastronomía, crece la cultura gastronómica. Esta región está preparada para ser degustada y valorada. No hay más que salir por ahí para darse cuenta de que estamos aquí y vamos como la seda. Como dijo el gran Larrosa€ «la comunión de voluntades» es la línea a seguir. Mil y una gracias a todos los que creen en la seda de Murcia. Vale.