Cuando la contaminación arrecia y el ambiente está tan cargado que es necesario activar una y otra vez las alertas, se echa de menos una gran zona verde por la que pasear y oxigenarse sin tener que salir del casco urbano de la capital. Unos parques al estilo del Retiro de Madrid o el de María Luisa de Sevilla que, aunque parezcan ensoñaciones o quimeras por estas tierras, podrían haber sido una realidad si se hubiera ejecutado la previsión a ese respecto que contempla el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que tiene ya casi más de veinte años (aún está en vigor) y que recogía grandes zonas verdes en el casco y en pedanías cercanas.

En concreto establecía cinco grandes parques en diez años, unas previsiones que se han quedado en papel mojado por la falta de sensibilidad y de voluntad política de una corporación que sí tiene cada días más empeño en que sus administrados respiren polución y sufran los estragos de los embotellamientos, los ruidos, las quemas y el nefasto transporte público. El Puntal, Guadalupe, La Purísima, Monteagudo y los alrededores de La Fica tendrían 1,6 millones de metros cuadrados de zonas verdes, una cantidad nada despreciable si tenemos en cuenta que el Malecón, la joya de la corona de esta ciudad (maltratada, todo hay que decirlo, por las decisiones adoptadas lustro tras lustro por el Gobierno local) tiene cerca de 63.000 metros cuadrados.

Y eso no es todo. Dos de los proyectos estrella del Ayuntamiento de Murcia serían los parques de Levante (en la Fica) y de Poniente o del Oeste (en la Purísima o Barriomar). El parque de Levante tendría 424.924 metros cuadrados, sería el más grande de los que se construyeran en la ciudad y albergaría la Ciudad del Conocimiento y de las Artes, un espacio dedicado a la cultura y a las nuevas tecnologías que tendría un gran auditorio donde se podrían celebrar desde grandes partidos de tenis hasta óperas y numerosos pabellones temáticos. Este parque ocuparía la misma superficie que siete veces el Malecón. Qué bonito, si hubiera sido verdad. El Retiro de Murcia o el Parque de María Luisa murciano.

A la vuelta de los años nos encontramos con que todos estos proyectos, que hubieran ayudado a combatir la contaminación y a la urbe capitalina a bajar sus niveles de toxinas, quedaron en el olvido, instalados en el ‘debe’ de la Administración local, que dio tímidos pasos para ejecutarlos sin muchas intenciones de remate más allá de unos cuantos titulares de prensa y una incipiente tramitación urbanística-administrativa que no parece que haya sido concluida.

Estos días, el Gobierno local ha salido a la palestra para anunciar que ha sacado a información pública el plan parcial que permitirá la obtención de terrenos necesarios para la creación del futuro Parque Metropolitano Oeste (el que iba a diseñar el arquitecto japonés Toyo Ito), dentro del proyecto estratégico Conexión Sur. En total, unos 300.000 metros cuadrados de zona verde. La única pega es que se tardará bastantes años en culminar ese jardín para Barriomar. Mientras tanto, seguiremos soñando. Por nadie pase.