Se conoce como 'barones del PSOE' a aquellos militantes con cierto poder en distintos ámbitos organizativos y territoriales, casi siempre regionales, que juegan papeles de apoyo o de crítica a los distintos secretarios generales que han pasado por el PSOE, creando maneras de poder sIn más interés salvo el de buscar la reacción o el derrumbe de alguno de los altos líderes del partido.

En estos momentos, se oponen a Pedro Sánchez, actual secretario general del PSOE, aquellos que no votaron a éste o que apoyaron descaradamente a Susana Díaz, baronesa del territorio andaluz y la federación más numerosa en militantes del territorio nacional. Se trata de los barones que la apoyaron y que criticaron, y critican, a Pedro Sánchez, por negociar con ERC la investidura, toda vez que son esos votos los que le faltarían para obtenerla, ya que no existe entendimiento con el PP ni con Cs para lograr otra negociación de forma dialogada entre los partidos. Ya existe negociación con apoyo de Unidas Podemos y de partidos más pequeños como el caso de PNV y otros, pero faltarían los que ahora están en el diálogo, los de ERC.

En este sentido los barones que se oponen a que el PSOE negocie la investidura con aquéllos, son, visiblemente en contra, los de Castilla-La Mancha y Aragón (García-Page, que ha comentado la 'irresponsabilidad' que supone dicha negociación, así como Lambán, presidente de Aragón). Quien ha pedido serenidad y calma a estos territorios ha sido la agrupación catalana, en la voz de su secretario general, Iceta, quien afirma tajante el apoyo a Pedro Sánchez y a lo que hubiera que hacer para que salga bien este diálogo que han de trabar dos cuestiones fundamentales para un buen diálogo institucional: en primer lugar, lo que Cataluña es, y en segundo lugar que el PSOE debiera de quedar abierto y también dialogante para buscar otra forma de financiación de Cataluña, que es algo que se viene pidiendo desde hace años.

Lástima que estas cuestiones, estudiadas ya en el anterior Estatuto que el PP envió al Tribunal Constitucional para cerrar el paso a estos nuevos requisitos que fueron aprobados por unanimidad en el Parlament y en la Comisión del Congreso de los Diputados, salvo el voto del PP, por lo que no se pudo cerrar hace ya años en aquel Estatuto y que y ahora vuelven a ese diálogo que debiera ser fructífero para los socialistas catalanes y, tal vez, uno de los acuerdos para que salga bien la votación de la investidura de Sánchez.

Lo cierto es que cuando el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, abre puertas de entendimiento, de diálogo, ahí están, otra vez, como hace cuatro años, los 'barones' para intentar cerrarlas nuevamente, aún desconociendo cómo van las reuniones ERC y PSOE, y, sobre todo, cuando los plazos aún quedan abiertos mientras hayan maneras de entendimiento, que no son otras que el diálogo y no el insulto, al que han vuelto nuevamente estas baronías de Castilla-La Mancha y Aragón.