Puente de la Constitución o lo que viene siendo el fin de semana en el que los españoles sacan los adornos navideños y hacen las primeras compras para las comilonas que se acercan, pues si no después los langostinos se ponen por las nubes. Esto es exactamente lo que los españoles entendemos por celebrar el día de la aprobación de la Carta Magna del 78. Eso sí, tiramos de cinismo y dogma de fe cuando se trata de comentar la sesión constitutiva de la XIV legislatura, los acatamientos o la política espectáculo en la que vivimos ahora.

Que si ¡por España! ¡por el Planeta! ¡Por los presos políticos! ¡Por imperativo legal! Cuánta tontuna y qué mano de collejas pegaba empezando por la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Álvarez de Toledo, llamando al orden a la presidenta de la Cámara, advirtiendo días antes con una carta y después en pleno, por incumplimiento de los acatamientos con sus puntos y sus comas; si fuera por algunos, el acatamiento sería ante la Biblia y un crucifijo.

No sé cómo lo hacen, pero cuando pienso que no se pueden superar lo hacen con nota. Sólo con ver la mesa del Congreso cómo ha sido configurada: la torpeza de la estrategia del Partido Popular, Gil Lázaro (Vox ) ex hombre fuerte del Grupo Parlamentario Popular, gran veterano en Cortes, se cuela como vicepresidente para victoria de Vox, sabrá jugar porque la veteranía es un grado. Ciudadanos se queda pintando aún menos de lo que ya pintaba, y queridos paisanos, estamos de enhorabuena, tenemos un murciano en la Mesa del Congreso. Una Región de Vox y en la mesa, uno de Unidas Podemos, ¿no les parece fantasía pura?

Menos mal que dentro de la Cámara hay sentido común, el presidente de la Mesa de Edad, Agustín Zamarro, el Valle Inclán del Congreso, les dio una lección de clase política a sus señorías, pidiéndonos perdón a los españoles por no haber sido capaces llegar a acuerdos y mandarnos de nuevo a elecciones; es lo único que merece la pena destacar del día que quedará para el recuerdo por los memes de twitter, el esguince de Adriana Lastra o los empujones a lo 'taberna de mala muerte' de Marcos de Quinto y Luis Gestoso, eso, Murcia siempre en el top (de la vergüenza). Y lejos de agachar la cabeza y demostrarnos que podemos confiar en ellos, nos muestran una vez más su interés y bloqueos cogiéndose la Constitución según su vara de medir, quedándose en las formas y no profundizando en el fondo, provocando aún más presión, en vez rebajar el tono.

Lo que ustedes hacen, señorías, solo trae como consecuencia que la sociedad hierva aún más y entremos en una crispación social innecesaria, ¿pero saben cómo se respeta realmente nuestra Carta Magna? Siguiendo al pie de la letra el acatamiento de la misma, no. Mi madre siempre me dice: obras son amores y no buenas razones; pues con nuestros derechos y libertades pasa lo mismo. Hay que respetarla de verdad más allá del título preliminar.

Hablando de respetar, coincidiendo con la sesión constitutiva de nuestra XIV legislatura, la Cumbre del Clima ha tenido lugar de manera accidental en Madrid y no quiero dejar pasar la cara dura del alcalde Martínez-Almeida al hacer suyo Madrid Central; después de haber dicho sapos y culebras, ahora saca pecho. O la controvertida Greta Thunberg y su llegada en catamarán hasta Lisboa tras 21 días de travesía para intervenir en el evento.

Desde mi punto de vista la cumbre ha sido un fracaso cuando ninguno de los países más contaminantes ha acudido a la cita. ¿Qué podemos esperar si los principales monstruos mundiales no se dan por aludidos ante la alarma más que evidente del cambio climático y el aumento de la temperatura del planeta?

Quizás no entiendan qué conexión puede tener la cumbre con nuestra Constitución, pero si les pregunto por el artículo 45 de la misma, ¿saben de qué les hablo?

1. «Todos tienen derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo». 2. «Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva». 3. «Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado».

Me corren escalofríos al escribir para ustedes el artículo de nuestra Constitución y cómo la incumplimos tanto los ciudadanos como nuestros gobernantes. Vergüenza nos tendría que dar a todos.

Señores, no les miento si les digo que Greta me inquieta y como no confío demasiado en el ser humano, a veces creo en teorías conspiratorias sobre quién hay detrás de ella. Lo que sí tengo claro es que es una niña fuera de su sitio, demasiado sobreexpuesta. Pero no puedo negar que se ha convertido en un icono para su generación y a nosotros sus palabras deberían hacernos pensar: «El poder real pertenece al pueblo». Hasta los padres de la Constitución hacen referencia al medio ambiente y a la importancia de proteger el lugar en el que vivimos; no tenemos otro.

¿Creen que podemos pedir que nos traigan otro Mar Menor? ¿Que cuando te cargas uno se pide repuesto? Me da vergüenza el planeta que les vamos a dejar a nuestros hijos o nietos. ¡Qué mas tiene que pasar para que nos demos cuenta de la gravedad! Es urgente tomar medidas, basta de lanzar la pelota al otro, basta de no hacer nada, basta. Si no ponemos remedio a la amenaza climática que ya nos está avisando estamos contribuyendo a que los Trump y cía se froten las manos y el desastre vaya aún más rápido de lo que ya nos advierten los científicos y expertos en la materia.

Me hacen mucha gracia los que dicen que «la cría esa debería estar en el colegio». ¿Les preocupa tanto la educación? Pues preocúpense de verdad por la de sus hijos, que el último informe Pisa no nos deja en muy buen lugar. Y lejos de hacerme gracia, me repugnan las alusiones a su discapacidad intelectual o física. ¿Qué clase de sociedad somos que nos cebamos con una niña? Eso sí, de cinismo, golpes de pecho y que se nos llene la boca de nombrar a nuestra Constitución vamos sobraos. Ea, ahora a bajar al trastero a por el árbol de navidad de plástico, que somos muy ecologistas porque no contribuímos a la tala de árboles para las fiestas navideñas. Y ¡que viva España!