En El Palmar hay tantas salas de juego como en Barcelona. Ahora, por si creen que no han entendido bien, repitan la lectura: en El Palmar hay tantas salas de juego como en Barcelona. Y si quieren, repitan de nuevo: en El Palmar hay tantas salas de juego como en Barcelona.

Permítanme que les ofrezca un par de datos fríos: Año 2018. El Palmar, pedanía de Murcia, 23.457 habitantes (Centro Regional de Estadística). Barcelona, 5.609.350 habitantes (Instituto Nacional de Estadística). Y ahora les propongo que vuelvan a decirse a sí mismos: en El Palmar hay tantas salas de juego como en Barcelona

Estoy teniendo la tentación de seguir escribiendo hasta el final de esta columna solo la misma frase: en El Palmar hay tantas salas de juego como en Barcelona. Pero creo que ya es suficiente.

Bien ¿cómo es esto posible? O mejor dicho, siendo esto no solo posible sino real, ¿cómo lo permitimos? ¿no les da asco? Ya imaginan que esto no es una circunstancia que afecte solo a El Palmar. La Región de Murcia en su conjunto parece ser la provincia donde más densidad de salas de juego hay de toda España, acercándonos a los cuatrocientos locales.

La dura lógica del comercio está convirtiendo nuestra tierra en una factoría de ludópatas. Las asociaciones dedicadas al tratamiento de enfermos de ludopatía están alertando del grave incremento en nuestra región de personas enfermas con rangos de edad cada vez más jóvenes. A veces dos o tres salones de juego en una misma calle, no necesariamente grande. Salones cerca de institutos de Secundaria que atraen a los estudiantes con las apuestas deportivas y el desayuno completo a un euro.

Salones de juego por donde mires: en las calles principales, en las secundarias, en las plazas, en los polígonos industriales. Atrayendo a la clientela, como arañas a su presa, con un moderno, estandarizado y reconocible diseño de fachada. Salones de marca y sin marca. Salones de juego junto a la academia de música de mis pequeñas, a mi paso en todos mis trayectos. Salones de juego que incluso ensucian y envilecen el precioso paisaje urbano en el que se ha convertido el paseo Alfonso X de la ciudad de Murcia, además junto a uno de sus más elegantes e interesantes museos.

Esto hay que pararlo y pronto. Aunque me cuesta, yo quiero ser optimista y pensar que algo harán nuestros políticos con esta circunstancia. Hay ya iniciativas parlamentarias en la Asamblea Regional y antecedentes muy cercanos que nos animan, como la medida recién adoptada por la Comunidad de Madrid para suspender la apertura de nuevas casas de apuestas en su región y la prohibición de abrir nuevas casas de apuestas, juegos de azar, bingos y casinos en Barcelona decretada en octubre por su Ayuntamiento.

Por favor, no tarden en traspasar a nuestra región medidas como estas, o si pueden más restrictivas. Es una exigencia de salud pública, de protección de la adolescencia y la juventud, y, si me apuran y aunque suene a antiguo, de moralidad colectiva.