La generosidad es un hábito deseable que consiste en dar o compartir sin recibir nada a cambio. La responsabilidad se define como el ejercicio de los derechos y obligaciones atendiendo a la ética y la moral.

Generosidad y responsabilidad son, a mi juicio, virtudes especialmente exigibles al político, sin embargo, en el seguimiento de los debates de investidura de los candidatos, don Fernando López y don Pedro Sánchez, respectivamente, en Cartagena y Madrid, todos advertimos, en principio, ausencia de generosidad y responsabilidad en los grupos parlamentarios. Mientras la sociedad exigía a sus políticos la práctica de ambas virtudes, los portavoces se ensalzaban en el insulto y desprestigio del contrario abocándonos al fracaso de unas nuevas elecciones a sabiendas de que la voluntad popular, muy disgregada políticamente en la actualidad, necesitaría igualmente de pactos de gobierno.La actividad política requiere rigor en el fondo y moderación en las formas, justo lo contrario de lo que venía sucediendo.

Ahora bien, aunque haya costado, en nuestra Región las exigencias del pueblo se han cumplido, ha habido más que generosidad, complacencia, pero tenemos presidente y tendremos Gobierno. Es de justicia, por tanto, esperar de la sociedad en su conjunto, agentes sociales y grupos parlamentarios, todos, nos apliquemos las dosis de benevolencia necesarias, no exentas de exigencia, para que el nuevo y complicado Gobierno, que ha de ser de todos, pueda emprender con cierto grado de confianza los objetivos sociales comprometidos.

El sistema democrático descansa en la confianza política, mal haríamos si tras los acuerdos alcanzados, sin ofrecer margen temporal alguno, nos dedicásemos a 'ver la paja en ojo ajeno y obviar la viga en el nuestro', de la misma forma que sería un desastre que nuestros regidores considerasen que alcanzado el Gobierno el objetivo se ha cumplido. Tiempo y razones habrá para exigirles su responsabilidad, de calibrar sus aciertos y errores, pero, hoy, la generosidad y responsabilidad es de todos. Ya tenemos presidente, la eficacia está por demostrar, pero hay una realidad clara, tendremos, para bien o para mal, el Gobierno que el pueblo ha legitimado conforme a nuestra Constitución. En eso consiste la democracia.

En septiembre hablaremos del debate de investidura de don Pedro Sánchez, el Congreso de los Diputados ha suspendido su examen del pasado jueves, alguno de sus alumnos mas progresistas han obtenido un cero en generosidad.