El nuevo Gobierno de López Miras necesita de un refuerzo político, pues él solo no se basta para transmitir ese perfil, como se ha visto durante su última etapa. La clave estará en la consejería de Presidencia, que ahora ocupa Pedro Rivera, quien no ha logrado proyectar otra imagen que la de 'abogado de PAS en la sombra', sin capacidad alguna de iniciativa. Entre el actual equipo popular hay quien repara en Javier Celdrán como el posible inquilino de esa consejería, pues a pesar de mantener un perfil político bajo, ha estado en la olla política, tanto con PAS como con López Miras. De hecho es el único de los tres 'diputados políticos', junto a Miralles y Segado, que se ha quedado en el escaño raso, a la espera tal vez del salto al Gobierno para cocinar sus iniciativas. Al consejero de Presidencia le corresponde la organización de la reunión de los secretarios generales previa a los Consejos de Gobierno en que se determina el orden del día, en la que estarán, junto a los representantes de los departamentos gestionados por el PP, los de Cs. Es un filtro fundamental para el impulso de la labor del Gobierno, y es preciso incorporar cada semana cuestiones que vayan más allá de las rutinas y que muestren que se trabaja en cuestiones de alcance. Celdrán, en este contexto, aparece como la personalidad política más eficaz para los intereses de López Miras sin salirse de la línea impuesta por su patrocinador político.