Hoy es un día bonito. Un día en el que celebramos ser mujer. Un día en el que visibilizamos con más intensidad la lucha de muchas mujeres que lograron que hoy en día disfrutemos con libertad de todo lo que la sociedad nos aporta. Porque la inmensa mayoría de las mujeres somos libres. Pero no está todo hecho. Hay que seguir en el camino que nos conduzca a la igualdad plena y real. No somos menos que nadie, pero tampoco más que nadie.

Por eso, hoy me gustaría que fuese un día de celebración en el que no haya grupos que se apropien de nada; en el que no haya actividades en las que se discrimine a los hombres para que 'sientan lo que han vivido las mujeres' (si no queremos eso para nosotras, ¿por qué se empeñan en hacerlo a otros?); en el que ninguna mujer mire mal a otra por no pensar igual que ella; en el que las próximas elecciones no existan en la cabeza de nadie?

Pero, sinceramente, esto no creo que pase, aunque me quedo con la idea de que serán muchas las que disfrutarán del día; un día bonito, insisto, que debe seguir creciendo en todos nosotros. Habrá quien decida trabajar, quien decida reunirse con un grupo de amigas para comer, quien asista a una manifestación, quien haga huelga, etc. Habrá de todo, pero me gustaría que ese todo no estuviera lleno de odio entre nosotras y, sobre todo, entre las que no se sienten identificadas con ciertos movimientos. Es fácil: usted luche por lo que quiera, que yo lucharé por lo que considere, y quizá, juntas haremos un mundo mejor.

Pensando en el día y en la mujer no he podido evitar reflexionar sobre las mujeres de mi vida. Hay cuatro mujeres clave, cuatro mujeres que me enseñan, me cuidan, me riñen y, sobre todo, me quieren. Quiero dar las gracias a mi abuela, a mi madre y a mis dos hermanas. Mujeres con las ideas claras, que a diario llevaron y llevan su particular lucha, una lucha para ser mejores, para salir adelante, para dar lo mejor de ellas, para ser cariñosas, ser comprensivas y ser generosas. Mi vida sin las mujeres, sin estas cuatro mujeres, no tendría ya sentido. Gracias, vosotras sois ejemplo de muchas cosas y es un orgullo haber podido y poder vivir a vuestro lado.

Pero si hablo de mujeres, la lista crece si voy añadiendo a aquellas que la vida me ha ido poniendo por el camino. Mujeres fuertes, con las ideas claras (con algunas coincido y con otras no), generosas y que me aportan mil y una sensaciones. Gracias, amigas. Seguimos caminando juntas por esta vida en la que somos unas privilegiadas.

Por último, aunque sea nuestro día, el de la mujer, me gustaría tener también palabras para los hombres de mi vida, ya que sin ellos no sería una vida completa. Tengo la gran suerte de vivir en una familia donde todos somos iguales, y tengo la inmensa fortuna de disfrutar con unos amigos que saben lo que significan las palabras respeto e igualdad.Feliz Día de la Mujer.