A menudo nos ha sorprendido esa imagen de Murcia. Cuando nos acercamos a ella por una carretera lejana y ya entrevemos la ciudad a lo lejos. Cada vez con más frecuencia nos llama la atención esa nube gris situada sobre ella. Muchas veces nos preguntamos, si no se darán cuenta los habitantes de esta urbe del aire que respiran. Sin embargo, conforme seguimos acercándonos, al meternos en ese espacio aéreo, la sensación se va diluyendo. Y, a veces, nos olvidamos.

Así parece que ocurre entre los que nos gobiernan. A veces se acuerdan, se dan golpes de pecho y anuncian que van a tomar medidas contra la contaminación del aire (el asesino silencioso, como se le nombra). Prometen campañas, proyectos, acciones inmediatas, inversiones? Pero pronto se olvidan. Como si se les diluyera ese aire contaminado entre tantas otras promesas más que hacer.

Sin embargo, el problema de la contaminación va en aumento en Murcia. Años de no hacer nada por mejorar el transporte público y para que los vecinos y vecinas de Murcia tengan una alternativa real y práctica al uso del coche particular. Hace más de diez años se apostó por el tranvía sin tan siquiera buscar los mejores trayectos ni calibrar los costes (conviene recordarlo una vez más, nos cuesta más de diez millones de euros al año, lo utilicemos o no). Esta hipoteca y, sobre todo, la falta de conciencia de la necesidad de fomentar el transporte público por parte de los sucesivos gobiernos del PP, han llevado a dejar un transporte por autobús con pocas líneas, malos trayectos, y pésima frecuencia de paso. En Murcia estas malas decisiones propician que el vehículo particular pueda ser la única alternativa para buena parte de la población. El exceso de coches, su dominación de los espacios públicos, dejando al peatón a menudo sin tan siquiera una acera para andar, los atascos en las grandes rondas (o en las entradas y salidas de tantos colegios), los ruidos, o ese olor a coche sean elementos del paisaje de Murcia.

El aumento del tráfico se manifiesta en esa nube gris que nos cubre tantas mañanas. La elevada contaminación del aire es un hecho. Una evidencia que no cabe minimizar atribuyéndola a un episodio pasajero o a un fenómeno atmosférico. Es la causa directa de tantos años sin hacer nada para evitar que el coche particular sea casi obligatorio en nuestro municipio.

De este modo, estas pasadas navidades en doce ocasiones superamos los valores máximos de partículas pequeñas en el aire (las llamadas PM10). Pero, además, durante el año pasado, en 28 días tuvimos más cantidad de los máximos de ozono de superficie permisible para la salud. Y eso que apenas tenemos medios para medir con fiabilidad la calidad del aire. Solo dos estaciones en el área urbana de Murcia (San Basilio y Alcantarilla) cuando ciudades similares a la nuestra las multiplican: Málaga, 8; Palma de Mallorca, 12; Bilbao, 23? Pero, es más, los sensores de contaminantes que disponen nuestras estaciones se estropean con frecuencia. Así, en 2018, durante 150 días no tuvimos datos del dióxido de azufre y en 158 tampoco de las partículas PM10. Y, por si fuera poco, sin equipos para medir otros contaminantes más peligrosos, como las micropartículas PM2,5. La falta de estaciones medidoras fijas y tener equipos escasos y anticuados, hace que no tengamos un conocimiento exacto de nuestro problema de contaminación y que no pongamos, en consecuencia, todos nuestros esfuerzos por reducirla.

En el PSOE somos muy conscientes de la gravedad de un problema que va a más y que es la causa de miles de personas en nuestro municipio con enfermedades respiratorias o cardiacas que en buena parte deben su pérdida de calidad de vida a respirar un aire contaminado. Por eso, estas semanas, nuestro candidato, José Antonio Serrano, ha garantizado que al frente del Gobierno municipal luchará por mejorar el transporte público: más y mejores líneas de autobús, un bono único para que ningún murciano o murciana pague más que otro por utilizarlo, viva donde viva, carriles exclusivos para el autobús y también, aparcamientos disuasorios bien conectados con el transporte público, más espacios para el peatón? y en los días con peores indicadores de contaminación, como medida de choque y puntual, un billete de transporte 'anticontaminación' gratuito para facilitar la utilización de esta forma de desplazamiento y disminuir los valores preocupantes. Una medida por la que ya se apuesta, con diferentes variantes, en Barcelona, Zaragoza, Fuenlabrada? pronto en Madrid.

Mucho que hacer en un municipio que durante 24 años de PP lleva ignorando la necesidad de apostar por una Murcia amable, integradora, equilibrada, de convivencia y? limpia y que, sin duda, será nuestro reto.