Los expertos que en esta época de transición hacia una nueva crisis económica asesoran a los emprendedores e insisten en que la idea es fundamental, pero también el equipo que se conforma para llevarla a buen término. No basta con tener una iniciativa clara en la cabeza y un buen líder para 'venderla' y promocionarla. También son necesarias personas con talento y con capacidad de ejecución para tener éxito. Esto que aplican los asesores empresariales parece que lo tienen asumido los partidos tradicionales que están presentes en el Ayuntamiento y que han comenzado ya con la precampaña electoral. Aparte de estar inmersos en la confección de sus programas electorales, del que a estas alturas de partido, no comenzado, han apuntado varias ideas, tanto el PP como el PSOE han echado, de manera incipiente, la caña para pescar a personas 'potentes' que enriquezcan la relación de nombres que acompañarán al candidato popular y actual alcalde de Murcia, José Ballesta, y al cabeza de cartel socialista, José Antonio Serrano, respectivamente.

Los populares son dados a mirar hacia las organizaciones que representan las tradiciones más enraizadas en este municipio. El anterior alcalde fichó a una reina de la huerta, que aún hoy sigue en política, tras pasar por el Ayuntamiento, y que descubrió al regidor municipal toda la riqueza de las peñas huertanas, unas agrupaciones que no le eran muy cercanas ni por cuna (no era natural de Murcia) ni por residencia ni por experiencia laboral. Alicia Barquero, la que fuera concejala y la más bella de la huerta, entabló cierta amistad precisamente con Miguel Ángel Cámara a raíz de ceñirse la corona de azahar.

También los sardineros estuvieron representados en la bancada popular bajo el mandato de Miguel Ángel Cámara con el edil Fernando Berberena, cuya incorporación supuso la tormenta perfecta. Este profesional era la mano derecha de los constructores (ostentaba la secretaría general de la asociación de empresarios del ladrillo) y además un integrante de la Agrupación Sardinera. El devenir de su gestión y los años emborronaron esa relación, que acabó con el estadillo del caso Umbra, investigación judicial en torno a los convenios que el Ayuntamiento firmó con empresarios para desarrollar la zona norte.

Ahora, parece que el PP, en esta nueva etapa de mayorías y pactos inciertos, ha girado el periscopio a la otra pata de las tradiciones que le quedaba, para nuevas incorporaciones a su lista electoral.

El actual alcalde y candidato popular ha afirmado que tiene los perfiles definidos de las personas que quiere que le acompañen, tal y como dice el manual a la hora de hacer la candidatura, y parece que se ha fijado en el mundo cofrade para buscar novedades.

En ese arduo trabajo le puede echar una mano el actual secretario general de los populares a nivel nacional, Teodoro García, que será el pregonero de la Semana Santa en la capital de la Región, y que siempre que puede afirma que en la vida hay dos cosas que uno no puede dejar de ser. Y entre ellas cita el ser pregonero. Seguro que algún nombre le sugerirá.

Ballesta ha demostrado tener mucho respeto a las cofradías, a la Semana Santa murciana y a la religión católica. De hecho, ha impulsado y apoyado un museo en el antiguo colegio del Carmen de la cofradía de los Coloraos. Mientras, el cabeza de cartel de los socialistas también se encuentra enfrascado en el programa electoral, que lleva ya bastante avanzado tras las reuniones que está teniendo con colectivos y empresarios, y tiene claro los perfiles que quiere para su lista electoral, al igual que el actual alcalde.

El candidato socialista no quiere que la relación de nombres que le acompañen se ciña solo a las necesidades del aparato socialista que en las anteriores elecciones le impuso prácticamente todos los nombres a José Ignacio Gras, el cabeza de cartel que sustituyó a Pedro López, el candidato de primarias que fue defenestrado por los mandamases de Princesa. Serrano ha puesto su mirada en la universidad, una institución de la que los políticos suelen tirar, y no únicamente los socialistas. Pedro López ya hizo un fichaje estrella en la UPCT, trayéndose a Murcia a Juan Patricio Castro, que era vicerrector de esa universidad pública, y que fue concejal en la oposición asumiendo las tareas de Hacienda, un departamento que llevaba Isabel Martínez Conesa, concejala popular que también provenía de la universidad. Los profesores de universidad parece que cotizan al alta. Los médicos también. Ya llevamos tres candidatos a la alcaldía con esa etiqueta. Por nadie pase.