Creía que los tontos útiles estaban en los partidos para eso, para ofender al adversario o para defenderse del adversario, que no tenían cargos eminentes, sino que eran soldaditos rasos, pero resulta que no, que algunos son directores generales de la Policía, como es el caso de Cosidó, al que le dijeron de todo cuando convocó a los senadores para atacar a Pedro Sánchez, que no podía estar, y él lo sabía, en el Senad0 porque estaba en el extranjero como presidente del Gobierno. Pero el tonto útil resultó inútil cuando los senadores, de todos los partidos políticos, se dieron cuenta para qué los convocaba; le dijeron de todo, de chantajista a político de las cloacas, le acusaron, por tanto, de poner al mando a Villarejo para que espiara a la oposición y hasta al propio gerente de su partido, así como para que le robara discos duros a éste.

Quería el tonto útil que el presidente del Gobierno explicara lo que había hablado en diciembre con Torra, pero el presidente, que estaba en Davos, no pudo asistir al pleno de la Cámara. En fin, que todos los senadores se levantaron después de sentenciar al referido exjefe de la Policía, Ignacio Cosidó, y quedó así y para siempre, solo. Lo que pasa es que el director general tuvo vínculos con la 'policía patriótica' en el despacho de al lado, el del comisario Pino, señalado como instigador de este grupo y no hiciera nada para evitarlo.

Católico practicante, Cosidó se inició en la política nacional como jefe de gabinete del que fue durante la presidencia de José María Aznar director general de la Guardia Civil, Santiago López. En la Cámara Alta acusó a Gregorio Peces-Barba, entonces Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, de estar más cerca de los 'verdugos terroristas' que de aquéllas. Tuvo que pedir disculpas. Ya en la Carrera de San Jerónimo, se convirtió en el principal ariete contra el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba. Eran los años en que el PP convirtió el terrorismo en arma política contra los socialistas. Una estrategia que Cosidó siguió como alumno aventajado.

Bagaje escaso el suyo al frente de una Policía a la que dejó una imagen maltrecha tras salir a la luz algunas de las actividades de la 'brigada patriótica', como la Operación Cataluña o el informe contra el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Cuando declaró en la comisión de investigación del Congreso que dictaminó la existencia de este grupo dedicado a actuar contra los rivales políticos del PP, Cosidó se escudó en que los supuestos cabecillas, entre los que estaba el comisario Villarejo„ no le informaban a él, sino a Fernández Díaz, su ministro. Y ahora, tonto que tonto, se queda totalmente solo como portavoz del PP en el Senado, vapuleado y sin que nadie le preste atención.