Cuando la película del aeropuerto de Corvera está a punto de llegar a su final (se inaugura este martes por todo lo alto tras años y años de vicisitudes), aparece en el horizonte un nuevo culebrón, que ya tiene escrito una precuela. Se trata de un recinto ferial con dos derivaciones. José Ballesta, candidato al bastón de mando para las elecciones de 2019, habla de uno situado en el Campo de Murcia (también para fiestas) y su homólogo en el PSOE, José Antonio Serrano, ha reivindicado otro para la capital tras reunirse con los empresarios del municipio.

Ballesta ha visitado estos días Corvera por primera vez en este mandato. O al menos es la primera vez que publicita pasear por esta localidad que se verá afectada por el trasiego de aviones y tráfico del aeropuerto, y ha hecho lo propio. Cuando un político llega a un sitio que sufrirá los daños colaterales de una infraestructura como un aeropuerto (que le pregunten a los vecinos de Barajas cómo viven, salvando las distancias claro), no tiene más remedio que prometer algo para que la gente no se le venga abajo.

En esta caso, el mandatario municipal les ha colocado en su territorio un recinto ferial, que ha traído a la memoria el recinto ferial de Murcia que en su día prometió el Ayuntamiento, un proyecto que los empresarios murcianos consideraban necesario y que los de Torre Pacheco miraban con recelo porque podría darle el 'sorpasso' a la institución ferial pachequera que tan bien funciona. Pero más presente se ha hecho ese recuerdo por la demanda que los empresarios le han hecho a Serrano.

La construcción de un recinto ferial en la capital de la Región no es una idea nueva. Todo lo contrario es bastante antigua y trillada. Ya el anterior alcalde, Miguel Ángel Cámara, la prometió en distintas ocasiones, sin que se materializase nunca aunque sí se dieron los pasos urbanísticos y administrativos para ello. En 2011, se creó la Institución Ferial de Murcia (Ifemur), que contó con varios concejales como padrinos además del alcalde de entonces. También asistieron a este parto distintos representantes de los empresarios, como el entonces presidente de la Cámara de Comercio, Pedro García Balibrea, que ha sido una de las personas que más han reclamado y apostado por este recinto ferial.

En ese acto, todos se pusieron de acuerdo para llevar a buen término esta empresa e incluso se empezó con la tramitación urbanística. Así, se llegó a realizar un anteproyecto con la ubicación física del recinto en unos terrenos junto al Parque Científico, entre el Campus de Espinardo y Guadalupe. En total, 250.000 metros cuadrados de terreno llamados a convertirse en un polo de atracción para la capital que vio cómo en 1975 se cerraba su Feria Internacional de la Conserva y Alimentación (FICA), que antaño fue referente para la historia empresarial de Murcia y para el sector conservero mundial durante las décadas cincuenta y sesenta del siglo pasado. Precisamente, en el callejero nos queda una reminiscencia de ese pasado con ese término, que lógicamente ha perdido el valor que tenía antaño.

Corvera tendrá sin duda un recinto ferial no tan espectacular como reclaman los empresarios para Murcia capital, pero no podrá compensar tantas promesas incumplidas por parte de las administraciones ante la llegada de los aviones. El plan de desarrollo local de la zona, pese a su nomenclatura, no está nada desarrollado y tampoco se han llevado a cabo las acciones de inserción laboral previstas como 'indemnización'por las molestias de la huella sonora de los aviones. Hay jóvenes que han ido cumpliendo años esperando a que les llamen para los cursos que les iban a dar trabajo. Ahora, prometen más cursos, más trabajo y hasta un recinto ferial. El primero del Campo de Murcia. Por nadie pase.