No vuelan y no llevan capa. Tampoco se ponen ninguna máscara ni gafas bajo las que ocultar su verdadera identidad y su única indumentaria son los uniformes y las batas blancas. No tienen superpoderes. ¿O sí? Su misión es cuidar de los demás, especialmente de los más indefensos, los niños. Velan por su salud y su bienestar y son tan héroes como los de las carcasas con los emblemas de Superman, Spiderman, Batman o el Capitán América con las que cubren los sueros con los tratamientos que reciben los pequeños en el hospital Santa Lucía de Cartagena.

Es un pequeño gesto, sencillo y sin apenas coste, basta con un poco de imaginación, de voluntad y de cariño para contribuir a mermar la enfermedad o, al menos, para que no se haga más difícil. Al fin y al cabo, se trata de atender a los pequeños ingresados como lo que son y como les gustaría que trataran a los suyos, con profesionalidad, pero también con la sensibilidad que todos merecemos y que tan poco cuidamos muchos de nosotros. Imagino a los niños encamados y a sus familias angustiadas por la situación con una sonrisa al ver cómo un enfermero coloca sobre el suero el emblema de su superhéroe favorito. Y ahí está la verdadera heroicidad.

Las grandes hazañas y los grandes logros son momentáneos, hasta surgen muchas veces de la casualidad, y aunque tengan su mérito, lo realmente difícil, lo más complicado, lo que requiere un gran esfuerzo y sacrificio es cuidar de las cosas pequeñas con las que nos topamos cada día. El personal de Pediatría merece todo nuestro reconocimiento y admiración por iniciativas como ésta, que pueden parecer simples, pero que tienen un tremendo valor. Con pequeños gestos como éste podemos sanar el mundo,cambiar el mundo, salvar el mundo. Y ahora que llega el tiempo de pedirse cosas, pido que todos los servicios sanitarios y de atención al público en general, tanto en los hospitales, como en oficinas o en cualquier tipo de servicio público o privado se contagien de este tipo de ideas y nos atiendan con amabilidad, delicadeza y respeto. Porque no somos números empeñados en molestar. Hagámonos el favor de mirarnos entre nosotros como personas. Parece sencillo, pero es una heroicidad.

Pedro y Leo. Puestos a pedir y hablando de superhéroes, impresiona ver la valentía de gente a la que conoces para lanzarse al ruedo político a pecho descubierto y sin más escudo que sus ganas de cambiar las cosas, de que las cosas se empiecen a hacer de otra manera. En las últimas semanas, dos amigos han decidido meterse de lleno en la fragua de la política, a pesar de que está más que caliente y de que eso del servicio público a los ciudadanos tiene cada vez peor fama, porque lo que han hecho algunos ha sido servirse de los ciudadanos y otros, alejarse de ellos y vivir en los mundos de Yupi, sin enterarse ni querer enterarse de que lo único que queremos es lo que cantaba Jarcha en su Libertad, libertad: vivir en paz.

Esos dos amigos son Pedro Sabiote, el Gran Sabiote, y Leonardo Pérez, para mí Leo de Los Canales. A priori, no hubiera imaginado que ninguno de ellos se adentrara en este mundo, pero cualquiera de los dos representa esa renovación que tanto reclamanos en la política. El primero de ellos ha fichado por Somos Región, la formación liderada por el expresidente del Gobierno, Alberto Garre, que ha sabido rodearse de gente de Cartagena que vive y siente su ciudad, como es el caso del propio Sabiote. El conocido viñetista de LA OPINIÓN desvía sus trazos ahora a un proyecto político nuevo, con el riesgo que ello supone. Le reprocho, me consta que no soy el único, que deje de ofrecernos su humorística visión de la realidad de nuestra ciudad y de nuestra Comunidad a través de su Rendija, sobre todo, porque se hallaba en un momento de inspiración impresionante y muchas de sus viñetas recientes eran una auténtica genialidad. Si es capaz de trasladar esa clarividencia a la vida pública y a los plenos del Ayuntamiento, ya habremos ganado mucho todos, independientemente de que le otorguen su confianza, su voto. Se perfila como el candidato de la formación de Garre a la alcaldía de Cartagena y, aunque no se ha confirmado nada de forma oficial, sería una excelente elección. Suerte, Gran Pedro, porque tu suerte será la nuestra.

Leonardo Pérez llega rebosante de ganas, de ilusión y de transmitir todo lo que sabe como apasionado de la política y de la sociedad en general que es. Se ha lanzado a presentarse a las primarias de Ciudadanos para elegir al candidato a la presidencia de la Comunidad, lo que hará oficial en un acto que se celebrará este domingo a mediodía en El Batel. Leo ha demostrado su experiencia como gestor al resucitar un parque que estaba prácticamente muerto. La transformación del parque Rafael de la Cerda de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla es obra suya y de su equipo, porque Leo sabe hacer equipo y, sobre todo, sabe escuchar. La joya que esta institución tiene en Tentegorra, el pulmón de Cartagena, brilla de nuevo y se ha convertido en lugar de referencia para el ocio al aire libre en Cartagena, como cuando éramos niños.

Además, lo ha hecho con un balance en las cuentas más que brillante y, si no ha hecho más, es porque los mandamases que no se enteran de nada frenaron sus iniciativas, aunque ahora tiene vía libre para desarrollar nuevas ideas para el parque. Seguro que hay personas en la Mancomunidad capaces de tomar su relevo al frente del parque, si tiene éxito en su singladura política, pero ninguna de ellas es Leo. Eso sí, me consta que donde esté, siempre tendrá muy presente el parque de Los Canales. No me cabe ninguna duda de que sería un excelente presidente de nuestra Región, sencillo, humilde y cercano. Y seguro de sí mismo y de que para mejorar, hay que avanzar, hay que mirar hacia delante.

Estos dos amigos son como dos superhéroes que ofrecen su ingenio y sabiduría para cambiar el mundo, porque ellos saben muy bien que se meten en un círculo peligroso, con muchos riesgos y muchos obstáculos, en el que hay unos cuantos supervillanos de los que deben alejarse. Ellos saben que las cosas pequeñas, las que vivimos y sufrimos cada día, son las que nos importan de verdad y que su misión en la política empieza por cuidar de ellas.

Podemos compartir sus ideas o no, podemos votar a quien queramos, pero personas como Leo y Pedro, seguro que contribuyen a dignificar la labor y la imagen de los políticos de esta ciudad.