Quienes formamos parte de Cambiemos Murcia consideramos que, hoy más que nunca, es necesario el entendimiento entre quienes compartimos un mismo modelo de ciudad y sociedad. La vivienda digna sobre la que tanto se puede hacer desde los municipios, la defensa de lo público como única manera de garantizar la equidad, la igualdad de género, la conservación del patrimonio y el medio ambiente, la movilidad sostenible, la convivencia entre personas de procedencias diferentes o la defensa de los derechos humanos están por encima de los matices ideológicos.

Frente al auge de las ideologías excluyentes, hay que debatir sobre el proyecto de municipio que nos permitirá mejorar la vida de la gente. Por eso es difícil de entender que se convoque una mesa para conformar el nuevo espacio de unidad de la izquierda transformadora sin contar con quienes trabajan intensamente en los barrios y pedanías para demostrar sobre el terreno que todo aquello que prometíamos en 2015 puede ponerse en práctica, que la salida a la crisis no se da por el camino de la radicalidad antidemocrática, ni las recetas son las de quienes mantienen en el poder a los que provocaron el desastre financiero.

Con las competencias y medios humanos limitados de las Juntas Municipales, y en medio de un incesante bloqueo por parte del Equipo de Gobierno del Partido Popular, hemos visto florecer huertos escolares, iniciativas culturales y en defensa la igualdad, proyectos animalistas y de restauración ambiental, programas por la educación en la diversidad funcional, por el fomento del comercio tradicional, actividades participativas frente al ocio consumista y, en general, un impulso a las políticas municipalistas y de convivencia como no se había visto antes en Murcia.

Es por eso que quienes formamos parte de Cambiemos Murcia estamos convencidos de que, a lo largo de estos últimos tres años, lo más destacado en la política de nuestro municipio ha pasado fuera de la Glorieta, sin que eso le reste valor, por poner solo un ejemplo, a la defensa que se ha hecho desde nuestro grupo municipal de las trabajadoras y trabajadores de la limpieza de centros públicos, de museos, o de la ayuda a domicilio, de la gente común, en definitiva.

Quienes formamos parte de este proyecto de profundas raíces democráticas, consideramos que el mejor antídoto contra el auge de la extrema derecha son las personas que trabajan día a día en barrios y pedanías, conviviendo y tejiendo redes basadas en la colaboración para cubrir necesidades concretas. En el caso de Cambiemos Murcia, más de treinta vocales y miembros de grupos de trabajo y asambleas vecinales que se han convertido en referencia en su entorno, para que asociaciones de madres y padres, de vecinos y vecinas, mujeres, culturales y de migrantes canalicen sus demandas en las instituciones.

¿Y en el Consistorio? Nuestra asamblea, siguiendo los principios que siempre han defendido las formaciones del cambio, propone unas primarias abiertas en las que, aprendiendo de los errores del pasado y respetando la pluralidad de las formaciones que nos acompañan con correcciones que previamente se acuerden, sea la ciudadanía la que escoja a sus representantes.