Me gustan los animales. No, a ti no te gustan los animales porque te ríes de la propuesta de prohibir refranes como «matar dos pájaros de un tiro» o «coger al toro por los cuernos», porque, como todos sabemos, algún alegre pajarillo o un preocupado toro podrían verse ofendidos ante la trivialización de un acto cruel hacia ellos. Ya que, claro está, cada vez que oímos alguna de estas expresiones, lo primero que sentimos es rechazo a unas palabras tan llenas de odio hacia un animal.

Me considero feminista. No, tú no eres feminista porque quieres que tanto la mujer como el hombre tengan las mismas oportunidades. Tú no eres feminista porque no ves acoso en que un hombre entre en una cafetería y te sonría. Tú no eres feminista de pura cepa porque te importa lo más mínimo (por no decir otra cosa) que alguien se dirija con el masculino plural ante un auditorio de hombres y mujeres. Tú no eres feminista de las de verdad porque te niegas a saludar con un, por ejemplo, «bienvenidos a todos y bienvenidas a todas».

Creo que hay que respetar el resultado de las urnas. ¿Qué? Tú eres fascista y facha porque consideras que los resultados de unas elecciones, te gusten o no te gusten, son los que son. Así que eres lo peor y lo más rastrero de esta sociedad en la que vivimos si, en el caso de que el partido que no te representa gane en las urnas, no sales a la calle a romper algún escaparate, insultar a la Policía o quemar algún que otro contenedor.

Eso no es periodismo. Tú eres un intolerante y no crees en la libertad de expresión si condenas y alzas la voz ante un reportaje de televisión que se dedica a señalar a la gente en función del partido al que vote, todo ello con la excusa de que es periodismo.

Respeto la sexualidad de cada uno. No, tú eres un homófobo y no respetas la diversidad sexual porque te declaras católico y creyente. Tú, que vas a misa y, puede (o no) que te ofendan ciertos ataques a la Iglesia, lo más seguro es que seas de extrema derecha. ¡Ah! Y como eres creyente también defiendes a los sacerdotes pederastas.

Se puede reivindicar de otra manera. Tú no eres un ciudadano del pueblo porque no crees que asaltar semidesnudos capillas sea la mejor manera de reivindicar nada o porque consideras que el que un político anime a salir a la calle a partirse la cara por ellos y por sus ideas es una locura. Tú eres un chorizo corrupto porque en el partido al que votas (o creen que votas) ha habido casos como el de la Gürtel, los ERE de Andalucía...

Pero, es mi opinión. Tú no deberías opinar si no opinas como yo. Tú debes callarte porque no eres de los míos. Tú, ven, que voy a ponerte una estrellita para que todos sepan quién eres. Tú, cállate.

Y así, con todo.