Los juegos infantiles enseñan a los menores a ser adultos a través de una serie de rituales que les sirven para superar obstáculos e incluso para gestionar enfados y frustraciones. Es la pedagogía más útil a tan temprana edad. Cualquiera que haya sido niño o cualquiera que ahora, entrado en años, recuerde esos divertimentos, sabe que siempre había infantes que por su edad o por su inmadurez era considerados ´palomica suelta´.

Si se extrapola la dinámica de los juegos infantiles al tablero político municipal de la capital de la Región se puede decir que Podemos, esa formación que nació generando grandes espectativas y que con el paso del tiempo parece diluirse en algunos aspectos como un azucarillo en el café, ha considerado que Ahora Murcia y Cambiemos Murcia son ´palomicas sueltas´.

Los podemitas oficialistas no creen que el partido nacido al calor de los morados y la formación de izquierdas, auspiciada, entre otros, por IU, tenga que estar en la mesa que se va a crear para unificar una candidatura única Podemos, Equo e IU de cara a las elecciones municipales. Podemos no quiere que se integren en ese proceso de las confluencias y aún no ha ofrecido explicación alguna plausible y lógica de esa negativa.

Ahora Murcia, liderada por Alicia Morales, y Cambiemos Murcia, que cuenta entre sus filas al concejal Sergio Ramos, que es el candidato de IU elegido en Primarias y que cree firmemente que es necesaria la integración en las confluencias, se encuentran en disposición de prestar asesoramiento y ayuda en esa candidatura única municipal debido al intenso trabajo que han realizado durante este mandato. Y también por la madurez que han alcanzado sus actores en estos cuatro años que han debido hacerse un hueco en la maraña de concejales y grupos del Ayuntamiento de Murcia.

Pasar de ellos como quiere Podemos sería un garrafal error que pudiera tener otras intenciones más allá de evitar un galimatías de nombres y un farragoso proceso que presentar a las bases. Los nubarrones que hay en la formación morada ya han planeado con el anuncio de Alicia Morales de no presentarse a la reelección y de abandonar la política cuando acabe este mandato, un hecho que ha sorprendido a los miembros de Cambiemos y al resto de grupos municipales: PP, PSOE y Ciudadanos.

Todo el mundo daba por hecho que la profesora universitaria encabezaría la candidatura de los grupos de izquierda anexionados en Podemos e IU, y más después de ver la empatía y buen rollo que había con Óscar Urralburu, diputado regional y líder de Podemos en Murcia. La renuncia de Morales tiene una lectura en clave de lucha en el seno de los podemitas y en la intención del partido fundado por Pablo Iglesias para controlar el tablero municipal, del que ha estado ajeno estos años, e imponer los criterios del aparato. El candidato ´oculto´ de los oficialistas para las elecciones parece que es Ginés Ruiz, que ganó en primarias la secretaría municipal y que previsiblemente se presentará a las primarias de Podemos para ser cabeza de cartel a la alcaldía de Murcia.

Su peso en el partido ha desplazado a Alicia Morales que no está dispuesta a ir de segundona y que en algunos círculos ha sido apodada como ´la Carmena murciana´. Sea como fuere la partida de las confluencias no ha comenzado todavía y tampoco las reglas del juego. Próximamente se celebrará la primera reunión en la que los actores principales templarán ´sus armas´. IU tiene claro que pedirá, a través de los negociadores que designe, que en esa mesa se debe sentar Cambiemos Murcia, que tampoco ha decidido aún si irá a un proceso de primarias para elegir a su cabeza de cartel electoral. En esa solicitud previsiblemente IU hará valer uno de los puntos del pacto nacional con Podemos, que permite incluir en la confluencia a movimientos locales.

En fin, un lío de la «izquierda poliédrica», que diría Ramón Luis Valcárcel, expresidente regional. Por nadie pase.