Escandaloso. Gran Hermano VIP vivió este jueves una de las galas más nocivas de su historia. Y eso que la edición de Belén Esteban ya pasó. Ya todo el mundo sabe que hay una petición en chance.org para apartar a Omar Montes del programa por «incitar a cometer un delito sexual», después de que le insistiera a uno de los concursantes para que se «aprovechara» de otra participante ebria.

GH VIP es un programa que entiende el sentido del espectáculo, ya que la gente necesita desconectar con algo liviano. Y eso no quiere decir que el mismo espectador no sepa quién es Godard. Siempre he encontrado argumentos para defenderlo, hasta ahora.

«Esta noche vamos a abordar todos los temas», decía Jorge Javier Vázquez al comenzar. Y con algo tan serio, mantenían a todo el mundo pegado a la pantalla, mientras emitían otros vídeos. Utilizaron algo tan grave para que nadie cambiara de canal. El presentador habló de una escena que había generado «debate» en las redes. Mentira. El asqueroso comportamiento de Omar no generó ningún debate. Pocas veces se ha visto semejante unanimidad. Todos pedían su expulsión disciplinaria y expresaban su repulsión. Todos, menos quienes debían dar ejemplo, empezando por la productora y terminando por Jorge Javier, que pone la cara. Mercedes Milá seguramente no se habría prestado a ese silencio cómplice.

GH ha perdido la oportunidad de decir a quienes le acusan de ser la mayor telebasura de la televisión que sí que existe dignidad en el formato y líneas rojas lógicas. Que no todo vale por audiencia.

El programa dejó en el público la decisión de nominar a Omar y dejarlo, al menos, una semana más cobrando y diluyendo con los vídeos que dé en adelante el que ya hemos visto. Por supuesto, un 83,7% decidió hacerlo. Pero ni Zeppelin ni Telecinco contemplaron su expulsión y su desaparición de los pasillos de Mediaset. Le quedan muchos paseos. El primero, al plató de GH. Luego los debates y, a continuación, tendrá que ir varias veces a Sábado Deluxe, antes o después de Chabelita (su exnovia), Techi mediante (su compañera de edredoning). Nunca hay razones suficientes para renunciar a un catálogo de personajes Deluxe en potencia. Se le nominó sin recriminarle nada. El sms ‘VIP OMAR’ para echarlo seguirá generando ingresos.

Además, GH igual está preparando la repesca de Chabelita o su visita a la casa. La expulsión de Omar chafaría más el juego. El programa emitió el jueves el vídeo rápido (y ligeramente más corto que el que todos hemos visto), sin dar lugar a comentarios. Un momento fugaz.

No es una cuestión de sexos (sólo). No sólo las mujeres debemos estar dolidas y sentirnos impotentes. Todos merecemos que la televisión castigue públicamente este tipo de comportamientos, sobre todo después de los acontecimientos que han convulsionado este país. Algunos espectadores son lo suficientemente maduros para entenderlo, pero otros cogen como referencia a este tipo de personajes. Solo hay que pensar en quiénes son los referentes de muchos jóvenes: desde Ronaldo a Rafa Mora, aunque uno de ellos tenga una carrera deportiva. Si a Mora le funciona el negocio de los bolos es porque hay gente dispuesta a ir a las dos de la mañana a una discoteca en concreto para hacerse una foto con él. Su negocio marcha porque para muchos es un crack al que conocer e imitar. Y a todos ellos les estamos diciendo que lo que hizo Omar fue una travesura.

Y después de todo, el presentador recriminó a Ángel Garó lo «casposo» que fue por preguntar a una compañera (discutiendo) si tenía la regla. Poco creíble después del silencio de J.J. La oportunidad de demostrar que de verdad está de parte del respeto, independientemente del sexo, ya la perdió. Los golpes de pecho por los que muchos le hemos aplaudido ya no cuelan.