Naciones Unidas invita a detenernos en determinados aspectos o asuntos ante los que considera que se ha de tener una sensibilización especial para que los ciudadanos tomen conciencia y los Gobiernos actúen diseñando políticas de intervención adecuadas. A tal objeto, se han señalado días de conmemoración internacional entre los que este mes destaca el pasado día 5. La celebración del Día Mundial de los Docentes pone en valor el esfuerzo que realizan los profesores y profesoras que movidos por lo vocacional han influido positivamente en el desarrollo del alumnado, haciendo de la educación una verdadera vía de acceso a la igualdad de oportunidades, la autoestima y el enriquecimiento personal.

Estos días, a través de las menciones y premios otorgados a La Botica del Libro, se ha producido eco de la labor social que se puede realizarse desde la docencia en el ámbito de la Educación de Adultos. El merecido reconocimiento que ha llegado en forma de Premio Nacional al Fomento de la Lectura pone de relieve la importancia de esta iniciativa gestade en el primer lustro del siglo XXI, e impulsado desde el marco docente de personas adultas. A lo largo de más de una década, han conseguido mediante la lectura y la escritura fortalecer las vidas de mucha gente que por desconocimiento del idioma, o por haber carecido de la ocasión de ir a la escuela cuando eran jóvenes, como ocurría en nuestro país, no podían disfrutar de los beneficios de leer y escribir. Sea el caso de Yukiko Inagaki, quien cuenta por escrito cómo su padre, a los 73 años, se esforzó en aprender a utilizar internet hasta conseguirlo, motivado por no perder el contacto ante la inminente marcha de su hijo a donde creían era un mundo mejor.

La narración se expone en El bosque de los relatos del mundo, una muestra del inestimable trabajo que se realiza en esta asociación con sede en Lo Campano y José María La Puerta. La intensidad de los textos, elaborados en las clases de español para extranjeros durante al menos diez años, es eco de la labor social que viene desempeñando La Botica. Es prueba de que cualquier inversión en la Educación de Adultos tendrá siempre una rentabilidad que supera lo económico para alcanzar una dimensión mucho más amplia..

La filóloga y profesora de Educación de Adultos Isabel Gallego Ruiz, una de las fundadoras y primera presidenta de la Botica, rememora junto a su amigo y compañero en el mundo de la intervención sociocultural, Luis López, cómo nació la biblioteca intercultural en el barrio de José María La Puerta, para lo que se contó con la ayuda y participación de la comunidad extranjera. Ambos continúan hoy vinculados a la Botica del Libro, y como voluntarios colaboradores aportan parte de su tiempo para que la asociación mantenga su labor de integración social , despertando el interés por la lectura y escritura. Piensan, ya como veteranos y dejando paso a gente más joven en la directiva, que hay que abrir la puerta a voluntarios que quieran echar una mano en tan altruista misión, contando hoy con unas veinticinco personas voluntarias más los europeos que acuden a través de la concejalía de Juventud. Por su parte, Isabel, Luis y Ana Martínez, también profesores de Educación de Adultos, se sienten vocacionalmente obligados a seguir ahí, en la asociación, ojo avizor a las necesidades que en la actualidad se presentan en Cartagena, «intentando paliar las dificultades con las que se enfrentan quienes vienen de fuera».

La Botica del Libro, reconocida por este periódico como Importante de Septiembre es, sin lugar a dudas, un organismo impulsor de la integración a través de la lectura. Felicitaciones a los/las docentes con vocación implicados/as en el proyecto, que enseña a hablar español entre otras actividades. Como dijo Cicerón, «a hablar no se aprende hablando, sino leyendo».