A hacer pijos la austeridad. El nuevo programa económico de cualquier Comunidad autónoma no separatista debiera ser, a partir de ahora, el de aumentar la deuda, las inversiones, las subvenciones, bajar los impuestos y presentarse ante los electores como el gran Roca Rey en plena faena: quieto ´parao´ y mirando al cielo. No hay deuda pendiente, si los demás no pagan. Y Cataluña no va a pagar. Lo sospechábamos, pero desde hoy lo sabemos. El Gobierno de ´Fake Sánchez´ asumió hace dos días los 2.773 millones que la Generalidad ´nazionalista´ debe a los bancos a corto plazo para refinanciarlos con apoyo del Estado. Es decir, para que entre todos les avalemos ante los bancos y esa deuda pase a ser blanda.

Como el FLA, que ya es el fondo flácido que nos ha dado fuelle a todos, a los que gastaban en construirse un Estado contra todos los demás, y a los que gastábamos simplemente para que no se nos muriera la gente. Un fondo sin fondo que el Estado tontiloco que hemos construido asumirá para que el catalanismo insurrecto siga viviendo en su paraíso de agravios inventados y ladrones reales.

Pero hay más. Más millones. Otros 1.459, de los que 759 son a cuenta de una ficticia deuda en infraestructuras con la Generalidad, según la infame adicional tercera del Estatuto del que entonces y hoy reniegan, salvo para poner la mano; y otros 700 para ¡los mozos de escuadra! a ver si se compran unos cañones amarillos. El Estatuto de Zapatero convertía en legal lo que hace tiempo somos el resto de los españoles: colonias de facto de la Cataluña separatista que nos odia. Con una particularidad: lo que dice esa adicional tercera es que se obliga al Estado a invertir durante siete años el equivalente al PIB catalán respecto del total español. O ´sigui´, un 18,6% en inversiones. ¡Pero no en mano! ¡No para que se lo gasten en lazos, antorchas, televisiones y campañas neonazis como la que preparan para el próximo 1 de octubre en en todos los colegios catalanes! Y encima dice el vicepresidente catalán, con su lazo amarillo delante de la ministra, que están muy contentos porque el Gobierno ha empezado a dialogar. Joel, payo, yo también quiero dialogar así y que me regalen unos pocos ´de´ miles de millones. ¡Vaya un pijo de diálogo!

Mal hará el Gobierno de la Región de Murcia si no nos baja los impuestos y no gasta en todo lo que se le ocurra. Un poner: autovía Lorca-Caravaca-Venta del Olivo-enlace A-33; lanzadera Calasparra-Cieza para pillar el híbrido, aunque sea en marcha, y siempre que consigan los de Cieza que les bajen la velocidad para poder saltar; trenes de cercanías a Lorca, Águilas, Archena y Las Torres de Cotillas; tranvía de Murcia por Murcia, y no sólo por secarrales y comercios; reconversión de La Manga; y hasta el arreglo de los cuatro ladrillos de San Esteban, en la capital capitalina, para engañar turistas. Por supuesto, una televisión trilingüe en murciano, caravaqueño y albuitero, y subvenciones a la catalana a la nueva revista Gran Vía, que prepara Miguel López Guzmán, y a todo el resto de medios de comunicación, que podamos escribir a gusto y cobrar algo más que palos.

Y si no, declaramos otra vez el Cantón, la Independencia, nos quedamos con la Armada y el Arsenal, nos montamos un dulce exilio pagado en Florencia o Palermo y a vivir. Y al final, aunque no cuaje, nos indultarán y lo habremos pasado cojonudo.

En fin, una Cataluñica feliz y desahogada. Total, aquí no paga nadie.