Aún recuerda ese viaje hacia Madrid en el Talgo de la tarde cargada con maletas y con su máquina de escribir. En el equipaje, que le ayudó su padre a subir en el tren, una mochila invisible: su sueño de llegar a ser periodista. Corría el año 88 y empezaba una nueva etapa en su vida. Cambiar de ciudad y estudiar la carrera de periodismo en la Complutense, un reto que la enriqueció enormemente además de procurarle la formación y la titulación pertinente.

Ese mismo año, nacía el periódico LA OPINIÓN sin que la periodista en ciernes atisbara que algún día sus caminos se encontrarían. Cada vez que volvía a su casa, en puentes o vacaciones, revolucionaba el revistero en busca de ejemplares pasados que todavía no habían ido a parar al contenedor de basura. Leía con atención los artículos de los que en un futuro serían sus compañeros de fatigas y se sorprendía de todo lo que había ocurrido en su ausencia. Crecía su admiración hacia esos profesionales y hacia un trabajo que pese, a su dureza, reconforta a quien lo ejerce, sabedor de que pone su grano de arena para que la realidad pueda ser distinta el día de mañana, lejos de prejuicios y estereotipos.

Como ella, este periódico ha pasado por momentos brillantes y difíciles, pero nunca ha abandonado su razón de ser, la veracidad, el pluralismo y la rebeldía de contar la verdad, pese a quien le pese, una rebeldía que lleva en el ADN desde el mismo momento de su creación, tal y como dijo en la gala de aniversario del pasado jueves el presidente de Editorial Prensa Ibérica, Javier Moll, editor de este diario.

Treinta años después, la cabecera goza de una salud envidiable con la mirada puesta en el futuro. Ha alcanzado su madurez con nuevos retos, tanto en el papel como en su edición digital y en sus soportes en redes sociales, y se encuentra en disposición de liderar el futuro informativo de esta región porque sus profesionales también han alcanzado esa misma madurez y excelencia a base de un trabajo honesto y humilde. Así lo puso de manifiesto el director del periódico, José Alberto Pardo, en su emotivo discurso proclamado en la gala de aniversario de LA OPINIÓN, un acto que reunió a más de mil personas en el Aeropuerto Internacional de Corvera, símbolo de un futuro próximo.

El periódico ha ampliado, con el paso de los años, su mirilla informativa gracias a esa madurez y al gran equipo humano que integra su plantilla hasta conformar una gran ventana que presenta a sus lectores y audiencias en Internet una realidad más amplia, más plural, menos estereotipada, más evolucionada, con más perspectiva desde todos los ámbitos y más rebelde que nunca. Una rebeldía que aspira, no a derrocar gobiernos, tal y como dijo el director en la gala, sino en seguir haciendo periodismo auténtico y del bueno. Compañeras y compañeros, ha sido un orgullo para esta periodista que un día se montó en el Talgo para cumplir su sueño compartir con vosotros años y años de noticias e historias increíbles con la vista puesta en hacer una sociedad más justa e igualitaria. Larga vida a LA OPINIÓN. Por nadie pase.