¿Qué hemos hecho nosotros, para merecer esta clase política, que es tan, tan pésima? Es un verdadero castigo. La última es la de la ministra Montón, ´amontonándose´ (perdón, es que no me he podido resistir) al dar unas explicaciones de lo más surrealistas a la pillada de su máster. Que lo has copiado, hija. Ten, al menos, el señorío de irte sin decir todas esas tonterías, que son un insulto para la inteligencia de quienes las oyen, o quienes las leen. ¿Se creerá que somos tontos? Es muy preocupante, pero sospecho que sí. Nos tienen por idiotas. En realidad lo somos.

Mira a ver, si no, quién de las dos lleva mejor vida: Si esta chica, que ha sido Ministra, que lleva en la política diecisiete años, y que no ha trabajado ´de lo suyo´ nunca€ o yo: madre de familia numerosa, profesional liberal, y autónoma. No voy a adornarlo mucho, porque para el noventa y nueve por ciento de españoles, el binomio ´familia numerosa´ y ´trabajador autónomo´ suena más peligroso que una lancha de moros. Si le añadimos el factor ´madre trabajadora´ ya es que sales por los aires. Es como dice Víctor Kuppers: hay factores que suman, pero hay otros que multiplican. ¿Cómo vamos a ser iguales? ¡Definitivamente se lo ha montado mucho mejor ella!

Fíjate que andaba yo de forma intermitente preguntándome a quién, a qué cabeza pensante, se le habría ocurrido, por ejemplo, lo de la ley de plazos del aborto. En serio. Nunca pensé que sería médico una de las ideólogas de aquel engendro legal. Hete aquí que era la ex-Ministra Montón. La que tiene a gala haber instaurado en España la sanidad universal. Vaya una charlatana. No sé para ti, pero para mí, la sanidad universal, como dice Pablo Iglesias, consiste en eliminar la posibilidad de que nadie, ¡nadie! carezca de las prestaciones médicas necesarias para salvar su vida, sencillamente porque la vida no tiene precio. Ese anhelo universal, al que ningún Estado de los que conocemos a nuestro alrededor, ha conseguido dar respuesta, creía la ex ministra Montón haberlo satisfecho con su invento. La diferencia es que la sanidad universal, como la conoce el de Podemos, y que coincide con la que pensamos todos, no tiene nada que ver con lo que ha instaurado este alma de cántaro.

Y la triste realidad, es que la sanidad pública, que con tanto esfuerzo levantamos los españoles (los de ahora y los de antes), se ha convertido en un cachondeo, gracias al cual, los jubilados alemanes, o los jubilados ingleses, me da lo mismo, se empadronan un día en Altea, y se cambian la cadera al día siguiente, todo ello a coste cero. O que esos mismos jubilados, que perfectamente pueden ser holandeses o austríacos, vengan por aquí una vez al mes, a que les receten las medicinas, y a comprar gratis a la farmacia, porque les cuesta más barato el billete de avión Gatwick-Alicante, que una cadera nueva en su país. Esa es la diferencia entre la anhelada sanidad universal, y lo que nos ha dejado esta mujer.

¡Qué se puede esperar de alguien que copia de Wikipedia para su tesis fin de máster! Mira, si copia, como si roba: en su conciencia vaya. Pero copiarlo de wikipedia, como si no supiera a dónde recurrir, ¡una señora doctora! Es como si hago yo una tesis, no sé, de las servidumbres, y en vez de irme al Código civil, me fuera a wikipedia. Sería de locos.

Pues para mí, mientras encontramos el Santo Grial de la sanidad universal, me quedo con lo que hace el Doctor Cavadas: se va a El Congo, o a Namibia, o a Etiopía. Y opera allí a niños que tienen tumores, malformaciones, etc. Y con las mismas, se vuelve a su casa. Pagándolo él mismo de su bolsillo. ¿Quiere la ministra dar sanidad universal? Pues que lo pague ella.