El soterramiento de las vías a su paso por la ciudad de Murcia es un objetivo irrenunciable y prioritario del Gobierno regional, por el que llevamos trabajando de forma especialmente intensa. Una vez superada la crisis económica, y liderando el crecimiento y la creación de empleo en Europa, el Gobierno de Mariano Rajoy anunció hace un año que el nuevo escenario económico permitía empezar a recuperar cierto volumen de inversión en obra pública. El Gobierno de Fernando López Miras realizó una intensa labor en Madrid para poner fin al déficit de infraestructuras en la Región de Murcia y arrancó proyectos que suponían la inversión de más de 3.000 millones de euros para mejorar las conexiones viarias y ferroviarias de la Región.

Estas labores comenzaron a dar sus frutos y especialmente en las obras del soterramiento de las vías en la ciudad de Murcia. En septiembre de 2017 el ministro Íñigo de la Serna anunció que el soterramiento se prolongaba hasta la estación del Carmen para garantizar su llegada a la cota menos ocho metros, que era lo que pedían los vecinos en ese momento. Unas semanas después se anunció que se encargaba la redacción de los proyectos del resto de tramos para dar cumplimiento íntegro del protocolo de 2006, que se unificaban las fases de obra para hacerlo todo de una vez y que, además, garantizaban la nueva estación del Carmen sería soterrada e intermodal. Con todo ello, se eliminaba para siempre el paso de las vías del tren por la ciudad y su efecto barrera que llevaba dividiendo la ciudad desde hace 150 años en una longitud de siete kilómetros, incluyendo los barrios de Barriomar-La Purísima hasta Nonduermas.

Las obras del soterramiento se iniciaron el pasado 15 de noviembre, alterando la planificación prevista para demostrar que las obras no tenían marcha atrás. Los proyectos de soterramiento de la estación, Barriomar y Nonduermas ya están terminados y aprobados, se han hecho en un tiempo récord, y estaba prevista su licitación el pasado 21 de junio, que se ha retrasado debido al cambio de Gobierno central. Cuando se liciten estos otros dos tramos -esperemos que el nuevo ministro cumpla su promesa y no se retrasen mucho más-, no habrá mejor prueba de que el compromiso del Gobierno regional con la eliminación definitiva de las vías es inamovible.

Pero esto no es suficiente. También queremos que llegue el AVE cuanto antes, porque ambas cosas son perfectamente compatibles. Porque lo difícil de conectarnos con Madrid en dos horas y media no es resolver la entrada a la ciudad de Murcia, sino los anteriores 500 kilómetros que ya están terminados. Retrasar artificialmente dos años los beneficios sociales y económicos que supone mejorar de esta manera nuestra conectividad exterior es, sencillamente, un desperdicio. Es como si no se hubieran empezado las misas en la Catedral hasta no haber terminado la fachada de Belluga.

Son las obras del soterramiento de las vías del tren las que provocan el cierre provisional del paso a nivel de Santiago el Mayor y no la entrada de AVE a la ciudad de Murcia ni la colocación de una catenaria, que además es necesaria para mejorar los trenes cercanías. Las obras del soterramiento no se pueden hacer si antes no se libera el espacio necesario para poder excavar el túnel. Estaba previsto -y así se anunció- que el paso a nivel se cerrara a final de año, que es cuando el plan de obras fija la excavación en ese tramo. Ahora ya no llegará el AVE y el paso a nivel se seguirá cerrando?a final de año.

Tampoco es verdad que el objetivo del Gobierno regional fuera que llegara el AVE «como sea», porque para ello habría bastado con poner un tercer carril y una catenaria en las vías existentes y el asunto se habría resuelto en menos de tres meses, con una inversión infinitamente menor.

Somos muchos los murcianos a los que nos resulta inexplicable que se retrase la llegada del AVE si ya se está ejecutando el soterramiento. Y más cuando se está cumpliendo de forma íntegra el protocolo de 2006, se ha garantizado una nueva estación del Carmen intermodal y soterrada, y se va a hacer una rehabilitación urbanística de los barrios, que será la mayor de la historia reciente de la ciudad y que liberará el espacio ocupado por las vías para convertirlo en zonas verdes y amplias plazas para disfrute de todos los murcianos.

Y somos muchos los murcianos que estamos deseando que nuestra región progrese, que genere actividad económica y con ello nuevas oportunidades y, por tanto, que el AVE llegue a la Región de Murcia cuanto antes.