Qué fue de un tal ´M punto Rajoy. Dicen las malas lenguas que este señor se fue a Santa Pola a registrar propiedades ajenas, una vez que le echaron del cargo en el Congreso de los Diputados. Pero él está muy convencido de que no debió dejar nunca esta profesión de registrador.

Sobre todo por los numerosos disgustos que le han dado -y le darán aún- en las filas del PP. Para ´M punto Rajoy´, la puerta giratoria es su plaza fija de registrador desde los 24 años. Se acabaron los plasmas en las ruedas de prensa, el subirse a los bancos de la plazas de los pueblos para hablar de España y lo mucho, mucho españoles que somos todos, alcaldes incluidos. Y se esfumó la pose forzada de hacer running de madrugada.

A este señor, que parece ser que fue presidente del Gobierno español con el PP, se le atragantaron muchas cosas: los malditos recortes, la execrable reforma laboral, los bajos salarios, la precariedad del empleo, la desigualdad y la pobreza en España, la ley mordaza, los desahucios, la corrupción sistemática de su partido, la prevaricación, el amiguismo en la contrataciones públicas, etc. Claro que nos decían sus voceros que era la crisis, la gran crisis económica mundial, pero más bien era una estafa a los españoles más necesitados, a las clases trabajadoras medias y bajas. Eso sí, en poco tiempo, veremos qué fue de este tal ´M punto Rajoy´, al que el PP dejó en la estacada, ¿o fue al revés? En los próximos meses, al PP le van a llegar multitud de sentencias condenatorias, cayendo sobre su cúpula y su expresidente todas las responsabilidades políticas. Procesos judiciales como Gürtel, segunda parte, la Púnica, casos de prevaricación y financiación ilegal del partido en Valencia, en el caso Lezo y sus extensiones, etc.

A esto ´lío´ le añadimos el incómodo apremio de Cs, que le va comiendo el terreno, simpatizantes y votantes, y que el PSOE se recupera a marchas forzadas. Por eso ´M punto Rajoy´ tiró la toalla y se fue a ocupaciones más jugosas, más tranquilas y gratificantes. Pero nos donó una herencia envenenada en lo político y en lo socioeconómico. Al Gobierno entrante de Pésanchez le ha dejado un marrón considerable respecto a Cataluña, el empleo precario, la Educación, la Sanidad, la financiación autonómica, la corrupción y el derroche de los dineros públicos. Todo esto es lo que nos ´regaló´ el gallego registrador al irse al Mediterráneo. Pero ¿qué será de él después del resultado envenenado de las primarias al buscarle un sustituto en el PP? Venció, inclinándose más a la derecha rancia, el aznarismo de Casado frente al marianismo burócrata de Soraya. Ahora, más interesado en los asuntos futboleros y ciclistas que en los de Estado, el registrador de Santa Pola lee con avidez el Marca, toma cañas con patatas fritas, a mansalva, descansando a pierna suelta.

El diario deportivo le homenajeará próximamente con un titular de contraportada: «Qué fue de este tal ´M punto Rajoy´, forofo del Marca y del Real Madrid, que dicen que dirigió el Gobierno de España». Se fue Rajoy de rositas, no haciendo ninguna alusión en su discurso final como presidente del PP, a la corrupción sistemática del partido. ¿Adiós al marianismo? No creo; pero lo inconcebible es que en las dos candidaturas había personajes trampas.

¿Renovados y regenerados, Juan Ignacio Zoido, Cospedal, Catalá, Margallo y cientos de dirigentes peperos de siempre, afines ahora a Casado? ¿Y derecha más blandita ¿Arenas, Báñez y Méndez Vigo y jefes territoriales, inquebrantables de toda la vida a la ideología y economía neoconservadora? Casado, continuismo sin retranca gallega pero sí con engañifa a los comisarios, a los militantes y a esos casi 900.000 afiliados -cifra falseada una vez más- no dijo nada de los corruptos de su partido ni de los votantes que se les ha escapado por la derecha, el centro y la abstención. Había que ver el rostro compungido de ´M punto Rajoy´ cuando Casado en su encubrimiento presidencial pepero, cacareó aquello «el PP ha vuelto». Qué era eso lo que presidió y militó durante casi cuatro décadas el gallego de Santiago de Compostela.