El Prime Day 2018 está ya aquí. Hoy es el día de los grandes descuentos del año de Amazon, junto con el Black Friday. El mismísimo día de la Virgen del Carmen, el gigante del comercio electrónico lanza sus ultraofertas para los socios de pago.

No solo nos persiguen las rebajas desde los escaparates, la radio y la tele. Ahora nos invitan a dejarnos el sueldo comprando a través de la red, que es como ir de tiendas pero sin toparse con toda la chusma chancletera.

La compañía fundada por Jeff Bezos ha decidido alargar la fiesta seis horas, de modo que los descuentos estarán vigentes un poco más que el año pasado. Así que, mientras los pescadores españoles rinden homenaje y cantan la salve a su patrona, la Reina de los Mares, habrá frikis de las compras gastándose la pasta para pillar los descuentos del año en libros electrónicos, tabletas, televisores o lo que sea que no necesitan.

He participado pocas veces en la fiesta de la Virgen de julio porque casi siempre me pilla trabajando, pero sí que me declaro insumisa de los grandes eventos de compras. Precisamente, asustada por el volumen de prendas que me desbordan los armarios, me he sumado al movimiento #nolonecesito y he prometido no comprarme ropa, complementos ni caprichos en un año. Creo que voy por el cuarto mes y no tengo síndrome de abstinencia. De esto se sale, de verdad: he sido capaz de vencer a las tentaciones, que no son pocas, y valorar que realmente no me hace falta gastar por gastar.

Creo que darse un respiro de estas características de vez en cuando viene bien: es como empezar a decir 'no' cuando te invitan a una fiesta a la que no te apetece ir, o plantarte y no ceder ante las tretas de los malos para llevarte a su terreno (ya saben, cada uno tenemos alguno cerca).

Lo mejor que se puede hacer hoy es darse una vuelta por la romería de la Virgen que nos quede más cerca y saborear las emociones y el sentimiento que se desprende del homenaje a la patrona de la vida en las aguas.

Salve, estrella de los mares, y felicidades a las Cármenes.