Las revistas del corazón son una perdición. En momentos determinados resulta muy difícil sustraerse a ellas. Atrapan que da gusto. Según cuentan hay algo más que amistad entre la reina emérita y el viudo de la duquesa de Alba, que pudo empezar a fraguarse cuando doña Sofía llamaba para interesarse por la salud de la sin par Cayetana y el que cogía el teléfono, y no lo soltaba, era el hombre de la casa. Qué quieren que les diga. La patrona de los funcionarios será Santa Rita pero, el ídolo, Alfonso Díez. De fichar en la Seguridad Social a convertirse en duque viudo de Alba de Tormes y Grande de España, el fenómeno acaba de ser visto en un concierto de Carla Bruni entre rostros conocidos, aunque el suyo está irreconocible tras haberse quitado las bolsas de los ojos e inyectado bótox y ácido hialurónico que, según la paginita que tengo delante, le proporciona una piel más radiante y un aspecto muy rejuvenecido. No te digo.

Con otros, sin embargo, no hay milagro que valga. Es el caso del exministro de Justicia que firmó en la prórroga la orden de sucesión del ducado de Franco a favor de Carmen Martínez Bordiú. Rafael Catalá aprovechó la moción de censura para dejar atado lo de la nieta en una de las últimas decisiones adoptadas por este genuino ´novio de la muerte´ por si quedaba alguna duda al respecto. Esperemos que los achaques del Nobel Vargas Llosa sean cosa de nada porque, de lo contrario, el pimpollo play boy que ha declarado la guerra a las arrugas no va a dar abasto.

El couché muestra a Urdangarin enjuto a más no poder como buscando que se apiaden de él cuando, comprobar que los nobles también lloran, no es fácil que remueva a la plebe. La que está espitosa es Ágatha que aprovecha cualquier excusa para mandar un recadito al ex, al que tiene de los nervios. A cuento del chatarrero con el que sale ha dicho: «Me encanta cómo recicla este tío». Dado que Belén Esteban ha debutado haciendo entrevistas, está claro que nuestro sector recicla regulín. No sé si así van a cortejarnos demasiado.