Los españoles de todos los rincones de esta vieja nación llevamos leyendo hace largo tiempo ese slogan que los independentistas catalanes crearon: España nos roba. Mantra que ha ido calando como lluvia fina y que para algunos justifica sobradamente ese ardor independentista que bulle en una parte de la sociedad catalana. Esa parte que considera que el resto de los españoles son inferiores a ellos y no sé cuantas barbaridades más, haciendo suyas las teorías, absolutamente supremacistas, y por lo tanto de claro tufillo nazi, que el president de la Generalitat, QuimTorra, ha ido vertiendo a lo largo del tiempo en sus escritos en diarios y en libros infumables, e inflamables, de contenido absolutamente racista y xenófobo, diciendo barbaridades como «la configuración racial catalana es más puramente blanca que la española», o llamándonos «bestias con forma humana». Esto dice de los españoles, de nosotros, el incalificable president. Excesos verbales que le han llevado a que el diario francés Le Monde se refiera al personaje como un político «sectario, radical, antiespañol y xenófobo». Del mismo país, Le Figaro, en una columna de opinión, lo compara con Mussolini y Milosevic. Y hasta el The New York Times, en un artículo del escritor aragonés, Daniel Gascón, habla de la excepcionalidad del momento, «como, por ejemplo, que fuerzas de izquierda permitan que dirija el Gobierno un conservador de discurso xenófobo». Pues sí, esto nos lo preguntamos nosotros también. Que partidos que se declaran de izquierdas como ERC y la CUP hagan posible que este 'pensador' gobierne Cataluña es todo menos comprensible. Pero al parecer, el independentismo es así.

El lunes vi en una televisión de ámbito nacional al alcalde de Valencia, Joan Ribó, decir en relación con la continuidad de Franco en el Valle de los Caídos, que no se imaginaba a Italia dedicando un lugar a Mussolini ni a Alemania haciendo lo propio con Hitler. Y lleva razón el señor Ribó. Pero ni Mussolini ni Hitler tenían un discurso distinto al hoy president de la Generalitat. Solo cambiaban los objetivos. Unos contra los gitanos y los judíos, el señor Torra contra los españoles. Pero lo mismo que en Italia y Alemania seria imposible un homenaje a Hitler y Mussolini también sería impensable que en los landers alemanes, pongamos por caso, los presidentes de sus Gobiernos ganen más que la presidenta de su país. Porque los integrantes del Gobierno del 'España nos roba', hasta el cuarto escalón, no solo pueden decir barbaridades contra los españoles, también pueden cobrar más, cobran más, que el presidente de España.

Así, el president Quim Torra cobrará este año 146.925 euros anuales. Por el contrario, Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno de España, percibirá 79.458. Pero aquí no queda la cosa, el jefe del Ejecutivo español está, también, peor pagado que los consejeros del Gobierno catalán, que recaudarán cada uno 110.759 euros anuales. Es decir, cobrarán 30.000 euros más de los recibidos por el presidente de todos los españoles. El tercer escalón de la Administración catalana o, lo que es igual, los secretarios generales de las respectivas consejerias, también percibirán más que el presidente español, 85.769 euros anuales. Y hasta los directores generales de la Generalitat recibirán un salario bruto anual de 82.209 euros. Sí, ellos, también cobran más que el presidente del país que los oprime y les roba.

Pues bien, el president de la Generalitat exigirá al Gobierno de España que compense económicamente a Cataluña por el 'daño ocasionado' por la aplicación del artículo 155. Así, Torra que casi duplica el sueldo de Pedro Sánchez, nos habla de 'daño ocasionado', cuando la Generalitat catalana depende del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), la deuda de Cataluña asciende a 77.793 millones de euros y Mody's tiene calificada su solvencia al nivel de países tercermundistas.

De aurora boreal.