Ya es tarde, demasiado tarde. El verano asoma y quien no se haya sometido a la dieta de cada año ya no llega a tiempo de encerar musculitos para que brillen bajo el sol. Lo siento, la chicha fofa no brilla tanto.

No estamos preparados para la dictadura de la estética, la imagen, el postureo y la sonrisa si no adoptamos ese ritmo también en invierno, y es muy cansado cerrar el pico tanto tiempo para destaparse unos meses.

A Màxim Huerta, el ministro más breve de la historia de España (atención los del Libro Guinness de los récords y del Trivial Pursuit), le pilló el nombramiento con el paso cambiado y tiró de cartera ministerial para taparse la panza en la foto ante la escalinata de Moncloa. Se le veía así como incómodo, con ese pantalón pitillo muy a la moda pero muy de apretar la zona sagrada, el adhesivo de zapato recién comprado aún pegado en la suela y sus posturitas raras de quien no está acostumbrado a vestir traje. Mucho vivir en París pero se ve que allí le inspira más el estilo clochard.

El terno ministerial le delataba el andar zambo; el botón de la chaqueta quería lanzarse al vacío ante el impulso del abdomen del escritorcito, que pugnaba por imponerse como finalmente hizo. No, no se ha ido porque pagara a Hacienda tarde y obligado por la Justicia y además se le olvidara contárselo a su jefe: es que igual que el amor y el dinero no pueden ocultarse, la lorza es solo para los felices que conocen sus limitaciones, no para quienes aspiran a ocupar otro lugar distinto al que les corresponde.

Lo más sensato que ha hecho, ahora que no le tiran las sisas, es cerrar la cuenta de twitter que tanto le ha dejado evidencia en los últimos días. Quizá ahora le inspire la temática canina y deleite a sus lectores con algún libro sobre jaurías, como aquellas con las que ha compartido tantos platós en programas de crónica social que le valieron fama y dinero.

No dejen de soñar con tener cuerpos etéreos y de bíceps marcados pero disfruten de su michelín ahora que se puede. Mañana estaremos todos calvos, fofos y nos importará todo bastante menos. Feliz semana.