Todas las personas que en cualquier forma se exponen al juicio público tienen que tener muy claro que las críticas, los juicios de valor, las opiniones, a favor y en contra, les van a llover a mansalva. Unas veces con razón y otras no. El pasado 28 de marzo mi columna la titulé 'De escritores y lectores'. Lo que, por mi parte, pretendía ser una columna más se convirtió en un vivero de opiniones, en general, nada favorables a mi persona. Opiniones vertidas, unas por ignorancia -y ya se sabe que la ignorancia es muy atrevida; otras por desconocimiento hacia mi ser y manera de hacer y trabajar.

A media tarde de dicho día en la red social Facebook una persona a la que tengo en muy alta consideración, editor murciano y de Murcia, vertió una serie de opiniones tomando como base mi columna. Quiero dedicarles un tiempo para puntualizar algunas de sus afirmaciones.

En esa especie de misiva que me dirige dice textualmente: «Una tipología se fundamenta en la creación de modelos a partir de la observación de un considerable número de individuos que comparten características». ¿Piensas que no he observado y estudiado multitud de escritores? El día 25/04/2016 publiqué un primer estudio al que titulé 'Babosas literarias' en la que, según la forma de trabajar y proceder, hablaba de hormigas, cigarras, mariposas, abejas, babosas?, en esta ocasión he añadido dos nuevos tipos e iré completando en un futuro. Sigue: «No tiene nada de rigor científico, y si una velada dosis de mala baba (y lo sabes), en cuanto que está basada en un único individuo, para más seña mujer? ¿Qué tipología de escritores haría diferenciaciones de sexo? Qué me aspen si no estás disfrazando chuscamente la enemistad o animadversión que te inspira una escritora concreta». ¿Dosis de mala baba? ¿Vives acaso conmigo para saber de mis buenas y malas babas? En cuanto a diferenciar por sexo, sólo quería estar a la moda, moda que no me gusta, paritaria; en el artículo me refiero a un modelo de escritora y a un modelo de escritor. Por favor, ya que por lo visto sabes de mis malas babas, ¿me puedes aclarar con que escritora estoy enemistado o tengo animadversión? Porque, hasta el momento, no me he enemistado con ninguna de la multitud de escritoras con las que trato, te aseguro que son multitud tanto nacionales como internacionales. Y animadversión tampoco me suena. Pero, insisto, como parece que tienes poderes telepáticos, dime, según tú, de quién se trata.

Para que tenga más datos sobre mí te indico que mis columnas las redacto, normalmente, dos o tres semanas antes de su publicación; salvo que haya algo inmediato que me interese reflejar. Temas hay de sobra. Procuro ser cuidadoso, humilde, cerebral, aséptico y perfectamente documentado. En el caso que nos ocupa, no encuentro en mis bases de datos nada que me indique con quien tengo enemistad o es digna de mis malas babas. Soy muy respetuoso con todo aquel que me lee, o pueda leerme, y al faltarme todavía mucho por aprender, la prepotencia no está entre mis virtudes y principios. Eso sí, alguno de tus seguidores me dedica algún que otro piropo: «Francisco Marín, maestro liendres, se dice crítico literario y no sabe juntar dos palabras con sentido. Cuántos libros han salido de su insigne pluma, este prolífico escritor». No soy maestro de nada, nunca me he llamado crítico literario y no me dedico a escribir libros, no sé. Sigo aprendiendo cada día, todos ustedes me enseñan alguna cuestión.

Para ir acabando indicarte que, aún sin ser ecologista, no está en mi ánimo realizar lo que según tú hago: «? Siempre es esa mejor alternativa que echar abiertamente porquería al río en el que todos nos bañamos». Tranquilo que podrás seguir bañándote en el río. Si alguna vez echo porquería, por favor, dímelo para poder corregirme. Otra cosa, ¿dónde está la porquería en mi columna del 28/5? Gracias por la idea que me has dado para una próxima columna: 'Clasificación de editores'. Sin prepotencia.