Han sido dos semanas de emociones y de vida, de movimientos y vientos favorables, y con el sello siempre de la amistad, de las ideas y de recuerdos inolvidables. Iré al grano de los acontecimientos.

En primer lugar, la izquierda tuvo la oportunidad, bien aprovechada por el Congreso de Diputados, con el apoyo de nacionalistas y diversas fuerzas regionales, para ganarle a la derecha (PP y Cs) la votación de una moción de censura que contaba, eso me parece a mí, con el apoyo de los españoles, cansados ya de tanto engaño, de tanto robo y de tanta falacia utilizada con malas artes en política. Es posible que el clima de corrupción que hemos vivido, y vivimos, sea el más organizado, pero también el más peligroso que históricamente se ha vivido en este país.

Alegría, en segundo lugar, cuando se pudo desalojar de la Moncloa a Rajoy, que ya tiene un socialista, Pedro Sánchez. Y en tercer lugar la satisfacción de que hemos podido conocer a un Consejo de Ministros (ministras y ministros) de una categoría y un currículo como hace muchísimos años que no veíamos, si es que lo hemos visto alguna vez en esas condiciones.

Y todo ello pasaba mientras el concejal de Deportes de Lorca me convocaba a una reunión en la Ciudad del Sol para que conociera la celebración que se está montando del 40 aniversario de los Juegos Deportivos del Guadalentín, que tiene los mismos años que la democracia y que se hicieron por primera vez siendo yo concejal de Dportes, y gerente Antonio Vidal, lorquino como el mejor, al menos no lo habrá mejor nunca, que ha entregado su vida y su saber profesional por un Club, el Eliocroca, encargado de hacer los primeros juegos de la Ciudad del Sol, que después se llamaron del Guadalentín, en los que han venido participando clubs, sociedades deportivas, atletas y miles y miles de personas, y así hasta cuarenta años de éxitos, medallas y conquista de unos espacios deportivos que existen en Lorca, con el mucho trabajo y esfuerzo que se ha hecho tanto en la corporación municipal como en otras instituciones que han colaborado y ayudado.

Estuvimos viendo los concejales que hemos sido desde hace esos cuarenta años que ahora se van a celebrar, con técnicos y personas de enorme relación deportiva en la historia de aquella ciudad. Buena gente. Me vine convencido de que el trabajo ha sido bueno, muy bueno, y sigue siéndolo. Sin duda.

Y tuve la suerte de que quien hará uno de los soportes técnicos de la celebración, el vídeo, es hijo de un amigo mío, como un hermano. Se llama Bernardo y es hijo de Mariano Hernández Pérez. Cuando éramos jóvenes nuestra amistad fue creciendo hasta la fecha. De modo es que, con el viaje a Lorca, con ver también a Pepe, mi hermano, bien de salud, y haber conocido a unos lorquinos maravillosos, junto a esas noticias del nuevo Gobierno, me han dado alegrías suficientes para llegar al verano con sentido, y mi alegría es tan intensa que se le suma estos días que tendremos, por fin, un delegado del Gobierno también socialista, Diego Conesa, secretario general del PSRM-PSOE, que ahora estará más cerca de los problemas, aunque los conoce y bien, problemas a que el nuevo Gobierno dará soluciones. Su primera reunión ha sido con el portavoz del soterramiento del tren, amigo mío, y que lleva toda su vida en esta lucha. Es ahora, ahora sí, cuando me creo que el soterramiento se hará debidamente. Estoy seguro y tengo motivos para hablar así, aunque queden aún por ahí ecos oscuros, voces de error enfermizo que les hace ver y oír aquellas trompetas del Apocalipsis que nos llamaban al miedo y al caos. Pero no será así. Es junio, y estamos vivos y bien despiertos. La luz es clara y evidente. Todo va bien Y pronto será la alegría la que impere en el ambiente. La alegría como la de esos días.