En los cupones de la ONCE corresponde a 'el agua'. Y, a lo mejor, por ahí vienen los tiros, porque 'dar el agua' no es otra cosa en el argot de la delincuencia, algo así como que viene la Policía. Y quizás por eso nuestro legislador ha colocado en ese artículo del Código Penal algo tan relacionado con las delincuencia como es la posibilidad de acumulación de condenas para que el máximo cumplimiento efectivo de la de una persona culpable nunca pueda exceder del triple del tiempo por el que se le imponga la más grave de en que haya incurrido. Todo ello con una escala ascendente que llega a cumplir un máximo de cuarenta años en la cárcel.

Por eso, la sociedad reclama desde la prisión permanente revisable hasta el cumplimiento íntegro de las condenas impuestas, pasando por la obligatoriedad de trabajar en la prisión. Todo lo cual aplicado a las más recientes sentencias, donde ya está claro (lo estaba desde el caso Messi, pero ahora más) que el no enterarse o no acordarse de nada no te exculpa, al menos civilmente, pues si no te enteras de lo que pasa en tu casa, menos vas a saber lo que pasa en la mía o en la de todos, resulta que las verdaderas penas que van a cumplir los condenados en el llamado caso Gürtel no van a ser las que el tribunal de la Audiencia Nacional les ha impuesto, sino más o menos las siguientes para los condenados más destacados o mediáticos.

Así, Bárcenas cumplirá 18 años de los 33 y cuatro meses impuestos, ya que el delito más grave es el de blanqueo, que lleva aparejada una pena de seis años de los doce por los que ha sido condenado. A su esposa Rosalía, de los quince años y un mes, cumplirá nueve (quizás lo más inesperado). Y Correa cumplirá en la trena doce años de los 51 a que ha sido condenado, ya que el delito más grave (invitado en la boda de la hija de Aznar, como casi todos los imputados o condenados, menos los camareros, reza un dicho que corre por las redes sociales) es el de cohecho en concurso con otro delito de falsedad documental, que está penado con cinco años, por lo que el máximo de pena a cumplir será quince años, que se eleva a dieciocho porque en otra sentencia anterior en el caso Fitur ya fue condenado por un delito de malversación castigado con seis años de cárcel.

Un auténtica labor de encaje de bolillo para el cumplimiento de las penas de los 29 condenados en la Gürtel, sin que sea preciso que exista sentencia firme para dichas rebajas, a tenor del Acuerdo del Pleno del Tribunal Supremo de 29 de noviembre del 2005, que estableció que no es preciso que la sentencia sea firme para establecer el límite de la acumulación que regula este artículo 76 del Código Penal que se aplica aunque las penas se hayan impuesto en distintos procesos, si los hechos por su conexión o el momento de su comisión, pudieran haberse enjuiciado en uno sólo. El que menos va a salir beneficiado de este artículo es Jesús Sepúlveda, exmarido de la exministra de Sanidad Ana Mato (que recientemente tildó de machistas a los que le preguntaron por su exmarido y su condena) porque va a cumplir los catorce años y cuatro meses, al ser su delito más grave el de cohecho, que lleva aparejada una pena de cinco años, cuyo triple es, pues, superior a la pena impuesta.

Hasta para eso hay que tener suerte en esta vida. Unos rebajan lo más y otros ni rebajan. Pero