El repentino cambio de la vida política nacional ha puesto en circulación todo tipo de especulaciones sobre nombres que parecían disponer de un estatus más o menos estable. Así, reaparece Cristina Narbona como probable repetidora en el ministerio de Medio Ambiente, lo que reeditará la política de desalación, ya en una etapa en la que el PP murciano parece más adaptado a la vista del fracaso de sus otras políticas. El presidente de Aena, el murciano Jaime García-Legaz, es el primer responsable gubernamental en una empresa semipública que se ha adelantado, al parecer, a tirar la toalla, de modo que habrá que revisar lo avanzado por él en relación al aeropuerto de Corvera. También se habla de Ramón Luis Valcárcel, quien había iniciado su campaña electoral para repetir candidatura al Parlamento Europeo prodigando invitaciones a Bruselas a un buen número de pedáneos del PP en Murcia, pero a quien ahora se le estrechan las posibilidades, pues sin duda entrarán en competencia algunos de los ministros forzosamente desalojados de sus puestos, una raza que suele buscar la jubilación, como el expresidente murciano, en la puerta giratoria de las instituciones europeas. Y de Joaquín Segado, recientemente nombrado presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena para que dejara paso a la candidatura a la alcaldía de Noelia Arroyo, a la que parecía aspirar de manera natural como presidente del PP local, cuyo mandato puede resultar el más breve de la historia de la institución portuaria. Es cierto que este cargo se decide por consenso entre los Gobiernos central y regional, pero es dudoso que los socialistas acepten la continuidad del cartagenero a sabiendas de que pueden crear malestar en la estrategia electoral del PP.