Todo parecía indicar cuando despuntó el sábado con sus nubes y su amenaza de lluvia que iba a ser un día duro y complicado, y no solo por la climatología. Los vecinos de la zona sur seguían con sus movilizaciones, pero esta vez con un carácter especial: 200 catalanes iban a venir a apoyarlos. La noticia y la polémica vendrían de las vías y no del Entierro de la Sardina, un espectáculo que se intuía, como siempre, monótono. Al menos eso era lo que se creía. Sin embargo, las previsiones y las especulaciones que se hicieron a lo largo de la mañana no se cumplieron, demostrando una vez más que la realidad siempre supera la ficción y que la actualidad puede ponernos ojipláticos y sorprendernos en un segundo. Y eso fue lo que pasó el sábado. Los augurios de polémica y enfrentamientos no se cumplieron en las vías y los vecinos de la zona sur, la Plataforma ProSoterramiento y sus ´invitados´ llegados de distintos puntos de España, además de Cataluña, tuvieron un comportamiento ejemplar. Fueron como la línea continua que ya son desde hace más de 200 días con concentraciones pacíficas y sin altercados de ningún tipo. Además, nadie enarboló bandera alguna y la solidaridad entre pueblos y regiones que se consideran discriminadas, no escuchadas y rechazadas fue la nota predominante.

La polémica llegó del otro lado de las vías, donde se estaba celebrando como cada año el Entierro de la Sardina, colofón a las fiestas de Primavera, y prácticamente ausente en el resto del año. Y menos mal, ya que con lo que son, sus polémicas darían para mucho. No dejaron indiferente a nadie y una peña de Águilas dio la nota y se convirtió en lo más comentado in situ y en redes sociales. Su parodia sobre Puigdemont y los Mossos d´Esquadra les han propiciado críticas a los organizadores del Entierro de la Sardina y, por añadidura, al Ayuntamiento de Murcia. Hubo gente que consideró fuera de lugar este número del espectáculo en una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional entendiendo que no ayuda en nada una parodia sobre un tema tan grave como el independentismo. Sin embargo, para comprender las razones de este espectáculo hay que acudir a la naturaleza de los actores protagonistas.

En primer lugar, estamos hablando de sardineros, unos fiesteros que nunca se han caracterizado por su sensibilidad hacia ciertos temas, sobre todo, los relacionados con las féminas. Polémica han causado desde siempre sus espectáculos utilizando el cuerpo de la mujer (aunque con el tiempo han evolucionado) y críticas a la forma en la que expresan su alegría por la llegada de la Primavera. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que los protagonistas de la parodia catalana es un grupo carnavalero, cuyo espíritu precisamente es la mofa y la risa sobre serios temas. La irreverencia, en definitiva.

El pasado carnaval, celebrado en todos los puntos de España, ha tenido un filón en el asunto catalán y en el que fuera expresidente de la Generalitat. Sonada fue la decapitación de Puigdemont por parte de una chirigota gaditana, que no dejó indiferente a nadie, y también en Las Fallas de Valencia estuvo presente el político fugado, al igual que Mariano Rajoy y la aplicación del artículo 155. Lo habitual es que los Carnavales de Águilas participen en el Entierro de la Sardina con sus desfiles de plumas y bailes, todo un clásico. Sin embargo, este año han decidido estar presentes además utilizando la actualidad como cebo y haciendo una parodia en un desfile festero que atrae a miles de personas por su espectacularidad y por ser el último cartucho para que no pare la fiesta. Lo típico que suele hacer un grupo carnavalero, mofarse de los temas más serios aunque duelan. Lo que está claro es que Cataluña nos pone. Por nadie pase.