La UE y Rajoy nos mienten sobre las pensiones. Y tanto. Uno, el presidente, sigue con sus inescrutables trabalenguas diciendo que «somos muy exagerados y ruidosos haciendo manifestaciones de protesta por todo», y que hará lo que pueda, que está en ello y que nos tranquilicemos. Por otro lado, los mandamás de la UE han elaborado un plan de pensiones privado, de efectos inmediatos en todos los Estados miembros el mismo día que se apruebe. Será gestionado por bancos, aseguradoras y fondos de inversión, con grandes bonificaciones y con el mismo riesgo que los demás fondos de pensiones privados que ya conocemos de sobra desgraciadamente. Estos gerifaltes europeos (y los poderes financieros) esperan recaudar más de 700.000 millones de euros entre el 2019 y 2030. De esta forma tan ramplona se desvían los posibles ingresos de nuestro sistema publico de la Seguridad Social a la privada y a las entidades bancarias.

En definitiva, estos expertos financieros e ideólogos del neoliberalismo económico hablan de dos tipos de pensiones en el futuro: unas asistenciales (muy paupérrimas) y la otras financiadas, bueno, más bien autofinanciadas con

aseguradoras y bancos. Por ello, volverán las concentraciones de los pensionistas, primero como precalentamiento para la próxima gran movilización nacional. Y después para dar a conocer a la ciudadanía cuál es de verdad la idea de nuestro Gobierno pepero de salvaguardar lo público, obviamente desmontándolo para beneficiar a los entes privados. Ya sabíamos que M. Rajoy nos mentía, pero ahora sabemos que también desde UE nos quieren engatusar.

¿Aprobarán PSOE, Cs, los partidos nacionalistas vascos y catalanes tal felonía? El PP ya se ha retratado descaradamente cargándose una vez más (la otra fue en la época Zapatero) el Pacto de Toledo, y también la hucha de las pensiones. Si Rajoy se ve incapaz de arreglar este tema, porque dice que no hay suficiente dinero, pues que se vaya y deje paso a otro ¿No hay dinero para lo público pero sí para lo privado, sean pensiones o camas de hospital o ayudas a la dependencia o a proyectos de investigación? Desde el PP ya no cacarean tanto sobre el pomposo crecimiento económico español en los dos últimos años. Ahora, algunos políticos conservadores admiten que no a todos españoles les ha llegado la recuperación. Los informes de los agentes sociales aseguran que no solo no ha llegado sino que en España más de seis millones de españoles malviven en la pobreza, o en los límites de ella (marginados socialmente), o en paro de larga duración o con salarios muy precarios. El reparto de la riqueza en España está en manos de unas pocas élites y castas gracias a las políticas de austeridad y recortes del Gobierno de Rajoy y sus sangrantes reformas laborales.

En el PP tienen que cambiar de mentalidad. Las pensiones están ya pagadas en nuestra vida laboral. Solo los trabajadores pagan, pero los beneficios del capital no contribuyen a ello. Las plataformas estatales en defensa del sistema público de pensiones exigen una reforma integral de ellas; recuperar el poder adquisitivo perdido y equiparación con IPC anual. También reclaman su participación en los debates y negociaciones sobre las pensiones. Ponen en solfa los actuales pactos de Toledo por la ineficacia de los partidos clásicos del bipartidismo (PP, PSOE) y de los dos grandes sindicatos (CC OO y UGT). Y todo ello reclamando rebajas fiscales del IRPF (ya pagado); nada de privatización de las prestaciones. O sea, que respete y aplique íntegramente el artículo 50 de la Constitución, pensiones más dignas para aquellos abuelos y abuelas que han sostenido a las familias durante la crisis económica y las siguen sosteniendo.

Que Rajoy busque solucione realistas y justas, o que vaya pensando en regresar a registrar propiedades ajenas a donde sea pero no muy cerca de Cataluña. Por ejemplo, no hay voluntad política en el PP de perseguir con más ímpetu el fraude fiscal que daría mas ingresos a las arcas del Estado. Pero sí que hay margen presupuestario para arreglar el tema. Pues que sepan que las pensiones sí son sostenibles. Pero según la mayoría de expertos, en el PP no saben hacer números, o ya sabemos para qué o para quiénes los hacen: excesivos gastos en Defensa, rescates bancarios, de autopistas y de indemnización a empresas privadas, amnistía fiscal y otras partidas superfluas.