Sería una herejía comparar al poeta oriolano Miguel Hernández con la cantante Marta Sánchez. Sin embargo, tienen algo en común más allá de su nacionalidad. Ambos pusieron letra al himno nacional en momentos complicados para este país que sigue partido en dos como muy bien reflejaran en su obra Antonio Machado y otros eruditos como Ortega y Gasset o Menéndez Pidal. Las letras de ambos himnos no se parecen en nada, lógicamente, ya que ni el contexto es el mismo ni tampoco el talento del escribiente y de la artista.

El que Miguel Hernández fuera ´padre´ del llamado Nuevo Himno de la República de 1938 lo explicó muy bien el profesor, investigador y editor literario Jesucristo Riquelme, que estuvo el pasado lunes, 5 de marzo, en Murcia para homenajear al poeta en el 75 aniversario de su muerte (se cumplió en 2017), un acto que organizó el Grupo Socialista de Murcia sin apoyo institucional por parte del Ayuntamiento ni del Gobierno local, una miopía política que han exhibido sin pudor también en Orihuela, patria chica del poeta universal, y Elche. Ambos municipios dejaron escapar el legado de Hernández, que ha acabado siendo mostrado con orgullo y gallardía por la localidad jienense de Quesada, lugar de procedencia de Josefina Manresa, el gran amor del escritor que estuvo a caballo entre la Generación del 27 y la del 36 (el literato Dámaso Alonso lo definió como ´genial epígono´ de la Generación del 27).

Jesucristo explicó la anécdota del himno de Miguel Hernández, trayendo a colación la actuación de la patriótica cantante, para poner la nota graciosa a una estupenda conferencia que permitió al público asistente conocer aspectos inéditos del poeta, como su correspondencia privada, sus obras teatrales o las novedades que contiene la nueva obra completa, que corrige errores de las anteriores, algunos de ellos garrafales. Los asistentes también tuvieron la oportunidad de conocer detalles de cómo llegó a Quesada el legado del poeta, de la mano de una familiar, que participó en el coloquio posterior junto a la portavoz del grupo municipal socialista, Susana Hernández, y el concejal del PSOE en el Ayuntamiento capitalino Sebastián Peñaranda, además del cronista de la ciudad y colaborador de LA OPINIÓN, el catedrático emérito de la UMU Francisco Javier Díez de Revenga, que recordó que Hernández coincidió por primera vez con Federico García Lorca en la ciudad de Murcia. El ponente también destacó que el poeta publicó en Murcia su primera obra, Perito en lunas.

Las cuentas del agua. Y si increíble es que el legado del poeta no encontrara el calor de su tierra, increíble es cómo va a comenzar esta semana con distintos platos fuertes. Este mismo lunes se reunirá el Consejo de Aguas de Murcia para aprobar las cuentas de la empresa municipal que en 2017 tuvo unos cuantos miles de euros menos de beneficios. En anteriores campañas superaron los cinco millones y, en esta ocasión, no ha llegado a esa cifra. Una vez más el portavoz de Cambiemos, Nacho Tornel, se negará a firmar las cuentas como ya viene haciendo desde 2013 debido, entre otras cosas, a que no han sido bendecidas por la Intervención del Ayuntamiento de Murcia. La interventora municipal aduce siempre falta de tiempo y personal para chequear la contabilidad de la entidad, un trabajo que debería ser una prioridad, y más teniendo en cuenta el informe realizado por el dimisionario Roque Ortiz, el concejal del Gobierno local que tenía bajo su mando la supervisión de esta compañía que, aunque no se ha alegrado de su marcha, bien es cierto que no lo echan de menos. Las cuentas vienen avaladas por una auditoría, hecho que tampoco ha sido suficiente para contar con el apoyo del Grupo Socialista. Enrique Ayuso, concejal del PSOE y miembro del Consejo de Administración de Aguas de Murcia, tampoco dará el visto bueno a las cuentas.

Transporte Público y peatonalización del ´Tontódromo´. La supresión de dos líneas de autobús y la reducción de servicio en otras dos va a tener este lunes un nuevo episodio de protestas. A mediodía se va a realizar una nueva concentración en contra de la decisión adoptada por la empresa de autobuses por ser deficitarias al no contar con ayudas públicas. El problema del autobús es endémico en este municipio sin que los Gobiernos autonómico ni local hayan encontrado la fórmula para que funcione sin que se produzcan de vez en cambio ajustes traumáticos en el servicio. Ni la consejería de Fomento ni el ayuntamiento de Murcia han hecho acciones efectivas encaminadas a potenciar un servicio que se plantea fundamental en el nuevo modelo de ciudades a los que hay que tender en el futuro, más sostenibles y menos dependientes del coche privado. Una parte de los usuarios damnificados de la línea 39, la del Campus de Espinardo, podrán utilizar el tranvía, otro medio que tampoco ha sido potenciado y que aún tiene pendiente su expansión hacia el sur, un proyecto que lleva varado años por su complejidad y alto coste.

Y mientras, el coche privado sigue ganando espacio y cada vez son más estresantes los atascos que se producen en las vías interurbanas en horas punta, prueba inequívoca de que la fascinación por la automoción lleva ventaja en esta partida que se libra en distintos escenarios. Siempre nos quedará el remanso de paz que generará la peatonalización en el corazón de la ciudad, que ya se deja ver en Alfonso X El Sabio. El ´Tontódromo´ está en la actualidad cortado en una de sus calzadas, que se encuentra patas arriba, para dejar paso a un nuevo espacio urbano vetado a los coches. Ya es una delicia pasear por la zona, una sensación que preludia la fantástica isla pacificada de tráfico que se va a habilitar. No es La Gomera, mi paraíso soñado, pero habrá que conformarse con esto. Por nadie pase.