Hay infraestructuras que marcan un antes y un después en el ámbito social y económico del lugar donde se implantan. Infraestructuras que modifican la imagen que se tiene de una región y que provocan un efecto multiplicador que impacta positivamente, y de forma directa, en los habitantes de su área de influencia. Y un aeropuerto internacional es, sin duda, una de ellas.

En un mundo cada vez más global, es muy importante dotar de una adecuada conectividad a los territorios para logar su plena integración en el mundo, y para permitir que sus gentes puedan desplazarse en unos tiempos de viaje razonables, a la vez que para evitar que se pierdan oportunidades por dificultades de acceso. Y cuando se trata de conexiones internacionales y, en consecuencia, de largos desplazamientos, el medio aéreo resulta imprescindible, sobre todo para territorios periféricos, como es el caso de la Región de Murcia.

Esta tierra tiene un potencial de atracción prácticamente por descubrir. Gozamos de un clima, unos paisajes, una luz, una cultura, unas fiestas y una gastronomía que son potenciales atractivos para millones de personas. Tenemos unos fondos de buceo envidiados por muchos, una costa de una belleza sin igual, unos pueblos y ciudades impregnados de tradición y de arte.

Pero el interés que pueden despertar esos grandes atractivos decae si no se facilita el acceso a los mismos. Si queremos que nuestros vecinos europeos nos visiten más, la Región de Murcia ha de ser mucho más accesible para ellos, como lo son otros destinos de nuestro entorno.

Hay un consenso generalizado entre los profesionales del turismo en señalar que la conexión aeroportuaria es una condición imprescindible e inexcusable para hacer progresar el desarrollo turístico de nuestra Región y hacer su oferta verdaderamente competitiva respecto de otros destinos próximos o alternativos.

El turista actual prefiere gastar poco en desplazamientos. Busca los mejores precios en las líneas aéreas, pero también desea ahorrar una vez en tierra. Por eso, más del 80% de los viajeros se alojan a menos de 45 minutos del aeropuerto de referencia.

En el caso del Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia, su situación estratégica ofrece grandes facilidades de acceso al todas las comarcas, y en especial a las principales zonas turísticas, y permite acceder a la ciudad de Murcia en menos de 25 minutos, y a Cartagena o el Mar Menor en 30.

De esta manera, situando más al alcance de nuestros potenciales visitantes la oferta de que disponemos, y poniendo en valor los incuestionables atractivos de nuestra Región, conseguiremos que crezca nuestro potencial turístico y se generará actividad económica y empleo, que redundarán en beneficio del conjunto de los ciudadanos.

Por eso hemos apostado por una infraestructura de primer nivel, especialmente diseñada para la operación de las líneas aéreas más demandadas, con casi 28.000 metros cuadrados de terminal amplia y polivalente, liberada de restricciones de uso y de espacio, con capacidad de gestionar más de 2.000 pasajeros en hora punta, y una pista de tres kilómetros de longitud, apta para casi todo tipo de aeronaves.

El aeropuerto no es un objetivo en sí mismo. Es una herramienta potentísima que nos pondrá en el mapa, que nos permitirá dar a conocer al mundo nuestro potencial, y que abrirá las puertas de la Región de Murcia a Europa y de Europa a la Región. Una herramienta que permitirá incrementar la actividad económica, el empleo y, a la postre lo que es más importante, el bienestar de todos los murcianos.