Después de cincuenta años ininterrumpidos de actividad, continúa el Club Atalaya publicando libros y revistas, organizando periódicamente conferencias, presentaciones de libros, proyecciones, debates, conciertos, recitales poéticos € Por todo ello, se propone al Pleno del Ayuntamiento realizar un reconocimiento público al trabajo desarrollado por esta asociación cultural a lo largo de los 50 años desde su fundación, así como otorgarle el Escudo de Plata de la localidad». Con estas palabras acababa su intervención Pascual Lucas, alcalde de Cieza, en el acto del Pleno destinado a votar la propuesta de reconocimiento a nuestro colectivo. Propuesta que había sido presentada conjuntamente por los grupos socialista, Izquierda Unida-Verdes, Podemos, Ciudadanos Centristas Ciezanos, Ciudadanos, y concejales no adscritos, y que fue ratificada por 17 de los 21 ediles que forman la Corporación (o lo que es lo mismo, por más del 80% de la misma).

«A nadie se le olvida, a nadie se le escapa, que por encima de ideologías, de siglas o de pensamientos, el Club Atalaya forma parte de la idiosincrasia de Cieza, forma parte de la cultura de Cieza». Así empezaba su intervención Piedad Quijada en nombre de los cuatro concejales no adscritos, en el Pleno del Ayuntamiento, para defender su voto afirmativo.

«El Club Atalaya es un referente de nuestra realidad cultural, educativa y social. La labor que habéis hecho en esos campos es impagable, incuestionable, y Cieza os debe ese esfuerzo. Vuestra labor ha sido de primer orden y debe seguir siendo de primer orden porque representáis un colectivo esencial en la realidad de Cieza en estos últimos cincuenta años. Cieza tiene un hecho diferencial que se llama Club Atalaya, y así hay que reconocerlo», añadió el centrista José Luis Vergara, de CCCi.

En su turno de palabra, en nombre de Ciudadanos, Óscar Verdejo se centró en los méritos que concurrían para otorgar este premio: «En mi grupo somos partidarios de la meritocracia y aquí, en los cincuenta años de existencia, lo que podemos ver son méritos, méritos y méritos por parte de esta asociación».

Pilar Martínez, de Podemos, quiso insistir, por su parte, en «lo mucho que ha contribuido este colectivo en la recuperación de nuestra memoria histórica, cultural y medioambiental y en el fomento de la cultura en general. El Museo del Esparto, creado por el Club Atalaya», matizó, «está siendo reconocido como único en su género en toda España y también en el resto del mundo. Gracias por su labor durante tantos años en la recuperación de nuestro patrimonio. Gracias por tantas horas de cine, música, exposiciones, charlas, conferencias que nos habéis regalado. Nunca en este pueblo una asociación ha realizado tal cantidad de eventos. Gracias también por haber defendido los derechos y libertades de los ciudadanos».

Paco Saorín, de IU, también quiso felicitar a nuestra asociación por los 50 años de recorrido. «El Club nace», dijo, «como contrapoder, contrapeso a un régimen autoritario». Y parafraseando la canción de Luis Pastor, agregó: «Habéis sido buena gente/ paletos e inteligentes/ barbudos estrafalarios/ obreros, chicos de barrio/ vanguardia del proletario/ progres universitarios/ soñando en una canción/ y viviendo la utopía/ convencidos de que un día/ vendría la Revolución». Por el grupo socialista, María Ramos destacó que estamos ante «una asociación muy activa y muy vinculada a la vida cultural de Cieza. Formada por personas luchadoras, reivindicativas, comprometidas y ligadas de forma indisoluble a la cultura. El Club representa uno de los activos más importantes de Cieza. Afincado en la calle Pablo Iglesias representa un emblemático lugar de encuentro de jóvenes de todas las edades. Dinamismo, trabajo y perseverancia son algunas de las características que yo le atribuiría. Sólo nos queda desearles que cumplan 50 años más de compromiso con Cieza».

«En nombre del Club Atalaya-Ateneo de la Villa de Cieza, a quien tengo el honor de representar», empezó diciendo Antonio Balsalobre, «quiero manifestar nuestro agradecimiento, nuestro más sincero y profundo agradecimiento, a la Corporación municipal por haber tenido a bien proponer este reconocimiento a nuestra asociación en su 50 aniversario».

»Un reconocimiento a toda una trayectoria que, como muy bien ha dicho nuestro alcalde, empezó en 1967; el mismo año en que los Beatles movían sus melenas al ritmo de All you need is love, o triunfaba en España la canción de Bob Dylan The times they are a changing (Los tiempos están cambiando). Y vaya que estaban cambiando».

»1967 fue el año en que unos jóvenes ciezanos y ciezanas tuvieron un sueño, un sueño de libertad. Un sueño que les llevó a inaugurar, con la ayuda de don Mariano Camacho, un local de ocio y cultura al que llamaron Club Juvenil Atalaya. 1967 fue también, como algunos recordarán, el año del terremoto que hizo temblar las paredes de todo el pueblo en la calima de agosto. Pero como muy bien recuerda Pepe Marín, uno de los artífices más destacado de este proyecto, «otro volcán habitaba ya en la Cieza subterránea», en cuyas entrañas identitarias unos jóvenes airados ya andaban excavando».

»Decir Club Atalaya es decir, en aquellos años 60 y 70, bailes al ritmo de la nueva música del mundo con grupos como los Jawars, Dimensión o Antonio. Música, bailes, futbito, balonmano, en un local libre, independiente, autónomo, no sometido a los dictados del Régimen».

»Decir Club Atalaya es decir Mayo francés, el del 68, aquella revuelta cultural, social y política, de corte antiautoritario, que determinó el devenir de aquel grupo de jóvenes, uniendo a estudiantes y jóvenes trabajadores. Y fue en el Club, efectivamente, en los últimos años del franquismo, en aquella España sin libertad, cuando los partidos y los sindicatos estaban prohibidos, donde se reunían los opositores al Régimen para organizarse y combatirlo, lo que le valió algunos cierres gubernativos».

»Decir Club Atalaya es decir convergencia entre el mundo de la cultura y del mundo obrero, creación de clases nocturnas para que pudieran asistir los trabajadores y las trabajadoras jóvenes, que habían dejado la escuela antes de tiempo. Creación de escuelas sindicales para que conocieran sus derechos».

»Decir Club Atalaya es decir cantautores en recitales varias veces prohibidos; es decir cultura alternativa, teatro alternativo en los 70, como aquella representación de Jesucristo Superstar, que supuso el cierre del local por unos días y la detención momentánea de miembros del grupo durante uno de los ensayos. Algo hoy inconcebible pero muy real en aquellos años».

»Decir Club Atalaya es evocar también las Fiestas de la Plaza de los Carros organizadas durante siete años hasta la consolidación de la democracia. Un feria alternativa y popular que el primer año mereció una multa del Gobernador civil que se sufragó con una masiva respuesta de los ciezanos».

»Decir Club Atalaya es decir ´cine en Cieza´ cuando empezaron a decaer o cerrar el Galindo o el Capitol. Cuando Cieza se quedó sin ninguna sala de cine permanente. Y el cine-club La Linterna Mágika, que había nacido años antes, tuvo que coger el relevo, y desde entonces sigue iluminando sueños en nuestro patio las noches estrelladas de verano. Y aquí seguimos, varias décadas después, organizando ya la próxima Semana de Cine Mágiko, que este año cumplirá su vigesimonovena edición, y en la que reservaremos, como es costumbre, algún día para películas no comerciales de interés, y otro para cine clásico mudo con acompañamiento de música en directo».

»Decir Club Atalaya es decir memoria, evocación de los logros democráticos de la II República. Y la celebración en abril de una Semana Republicana repleta de actos culturales».

»Decir Club Atalaya es decir decenas y decenas de «revistas, publicaciones, libros sobre Cieza». Empezando por la revista local con el nombre de Trascieza, continuación de En Cieza, publicada desde los 80, con artículos que indagan en los entresijos de este pueblo donde ha habitado demasiadas veces el olvido.

Y desde 2008 convocando, en homenaje don Mariano Camacho, un Memorial que lleva su nombre. Un certamen que premia y publica en la colección Cuadernos ciezanos los textos premiados que han de ser forzosamente artículos monográficos de investigación o literarios que traten sobre la localidad de Cieza, o sobre algunas de sus señas de identidad».

»Decir Club Atalaya es decir recuperación de nuestro patrimonio cultural. Es recordar las campañas por la recuperación del Puente Alambre, la declaración del Lavadero del Fuente como ´Bien inventariable´, o la más sonada, la campaña ´Salvemos el viejo Convento´, que consiguió miles de firmas de ciezanos y ciezanas que se oponían al proyecto de derribar el convento franciscano del siglo XVIII para sustituirlo por un edificio acristalado, y quien promovió la declaración del conjunto como bien de interés cultural, que finalmente prosperó tras alguna reticencia inicial».

»Decir Club Atalaya es decir lugar abierto, que acoge en su seno a la Asociación de Mujeres Ateneas, como espacio propio de las inquietudes y problemática de la mujer (con su club de lectura mensual), a la Asociación Juvenil La Empedrá, o a la Escuela Infantil Atalayica».

»Decir Club Atalaya es decir recuperación de nuestras señas de identidad, de nuestra memoria colectiva como pueblo. Fue el club el que en 2000 se puso manos a la obra para crear en sus locales un Museo del Esparto, la raíz identitaria por esencia del paisaje y de la historia obrera de Cieza, museo que se inauguró el último día de ese año y del milenio, con un amplio legado material de maquinaria herramientas y enseres, complementado con un fondo documental y fotográfico que constituye una de las aportaciones más importante del Club Atalaya a la recuperación del patrimonio cultural de Cieza. Un museo vivo que ha recibido decenas de miles de visitas y que, junto a otros de la localidad, constituye una de las señas de identidad cultural y patrimonial más importante de Cieza».

»Decir Club Atalaya es decir cincuenta años ininterrumpidos de actividad manteniendo contra viento y marea un combate vehemente y absoluto en la defensa de la libertad, la cultura y la justicia social. Gracias, muchas gracias, a este Ayuntamiento por reconocer esta trayectoria de 50 años. Por nuestra parte, seguimos ofreciendo a esta Corporación nuestra colaboración más sincera para trabajar conjuntamente en la difusión de nuestra cultura y de nuestro valiosísimo patrimonio. Gracias añ alcalde y las concejalas y concejales, por haber otorgado a nuestra asociación el Escudo de plata de la localidad».