Recuerda mucho la personalidad volcánica (en palabras del alcalde de Murcia, José Ballesta) del concejal más famoso de los últimos días, Roque Ortiz, a la de otro edil de Fomento (antes de Urbanismo) que tuvo la capital de la Región el siglo pasado. Dicho así parece que han pasado muchos años. Nada de eso. Es un personaje que forma parte de la historia reciente del Consistorio murciano. Ginés Navarro, el mejor amigo -mutado a enemigo- de Miguel Ángel Cámara, máxima autoridad municipal durante veinte años, también era volcánico como Roque. Sus afirmaciones y sus meteduras de pata le trajeron a él y a sus compañeros muchos quebraderos de cabeza.

Sin embargo, hay una diferencia abismal entre uno y otro. Roque Ortiz además de hacer imprudentes manifestaciones en público se ha revelado en privado (en reuniones con su gente) como una especie de pistolero que no deja títere sin cabeza. Las grabaciones de casi una hora que se le hicieron en el encuentro de pedáneos del pasado 11 de enero no dejan lugar a dudas. Presenta al PP de la capital de la Región como una organización presta a retorcer las normas y la ley a su conveniencia y a conseguir trabajo a sus seguidores a cambio de votos. Dice más cosas que han pasado desapercibidas y que se pueden oír en esos casi 60 minutos, que dan vergüenza ajena y que no son propios de un regidor público. Nadie se atrevió a tanto y nadie como él ha retratado, en el ámbito municipal, las maneras y formas de un partido político que, en el contexto nacional, está en sus horas más bajas, entre otras cosas, precisamente por la corrupción y por las sospechas de amiguismo, nepotismo y otros ´ismos´ imaginables.

Contratados a dedo en las concesiones públicas. Lo que era un secreto a voces, Ortiz lo ha verbalizado. Un nutrido grupo de concejales de corporaciones pasadas han repetido a puerta cerrada hasta la saciedad que el PP era una agencia de colocación, aunque faltaba la prueba que diera veracidad a sus sospechas. Ahora, Ortiz la ha servido en bandeja. Y no parece que sea una práctica nueva. Solo con mirar la foto que inmortalizó la reunión de marras tras las vacaciones navideñas se puede comprobar que hay personas que aparecen en la imagen que han sido colocados en las contratas del Ayuntamiento. Algunos llevan muchos años en ellas, otros son más novatos, pero a todos ellos les mandó el mensaje el concejal de Fomento. «Que no olvide la gente de las concesionarias quién los ha colocado», dijo el edil. Le faltó añadir «y vosotros también, que para eso os hemos dado un trabajo». Tampoco es una gran novedad. Cualquiera que acudiera a los plenos cuando se celebraba un tema polémico en los mandatos de Cámara y mirara a las pajareras podía ver a mucha gente jaleando al PP y abucheando a la oposición. Un grupo importante de esas personas trabajaban en empresas relacionadas de alguna manera con el Ayuntamiento. En ese caso, los concejales que gestionaban su colocación en esos puestos de trabajo luego, curiosamente, fueron retratados de camino a los juzgados por tener causas pendientes, derivadas de su negligente gestión pública.

Caza de brujas y emisario al supuesto autor de la grabación. Son tan previsibles, que aburren. Aunque no decepcionan a su público. Nada más conocer por La Opinión que se había realizado una grabación con las parrafadas del concejal de Fomento iniciaron lo que se esperaba de ellos. Comenzaron a indagar para averiguar quién era el autor de tal tropelía. Lógicamente, acabaron sospechando de un miembro de una junta vecinal, al que zumbaron un alto cargo popular y exconcejal de Cámara. Sin embargo, el contacto entre ambos no llegó a producirse y el emisario no se vio cara a cara con el presunto. El autor del audio más escuchado en los últimos días le soltó: «Por aquí no vengas, que no tienes nada que hacer».

Solidaridad entre compañeros. La caza de brujas emprendida por los populares ha provocado una ola de solidaridad con el supuesto autor de la grabación o con la persona que creen muchos populares que ha podido hacer la grabación. Incluso, han hecho un montaje que se están pasando por WhatsApp. Estos rebeldes no tienen muchas simpatías al ´establishment´ de la Glorieta, lo que demuestra que el PP está más dividido que nunca. Ahora, también se ha hecho pública la fractura entre los de Ballesta y San Esteban, que no apoyan al concejal grabado.

Espionaje e investigaciones. Grabar las reuniones entre políticos y otras personas no lo ha inventado, evidentemente, el autor del audio de Roque Ortiz. Es algo ya viejo. La prensa a nivel nacional ha sacado en los últimos años grabaciones indignantes de políticos de muchos colores políticos. Lo que sí se sabe a nivel local es que ciertos concejales en pasados mandatos hacían labores de espionaje, no de sus compañeros, sino de sus contrincantes políticos o judiciales. Uno de los ´investigados´ fue el que fuera portavoz del PSOE en el pasado mandato, Pedro López, y el exfiscal jefe Manuel López Bernal. Algunas de las pesquisas fueron ´vendidas´ a un medio de comunicación de poca monta sin trascendencia alguna por la poca chicha que contenían. Esperaban descubrir grandes tropelías. Estos mismos concejales, si estuvieran ahora en la Glorieta, se darían cuenta de que el crack es Roque Ortiz. Por nadie pase.