Durante estas primeras horas del año que acabamos de estrenar no puedo dejar de hacerme una pregunta. Y es más, creo que no soy la única que se la hace, ya que no hay que tener un culturón del quince, ni tampoco algo más de cien gramos de cordura, para no entender, ni tampoco comprender, cómo es posible que sigas casada, y lo peor, convivas con la persona que violó a tu hermana. De verdad, que no quiero echar tierra sobre la esposa del presunto autor de la muerte de Diana Quer, ese que apodan el 'Chicle', pero flaco favor hacen señoras como ella a la sociedad en la que la mayoría luchamos, cada uno desde donde nos corresponde, por acabar con esa lacra deshumanizada de violencia de género. Dicho esto, antes de tener que dejar de escribir, mi reconocimiento a los dos señores que hace unas noches impidieron que este descabellado cometiera de nuevo su macabra perversión. Así terminamos el año y así lo hemos empezado. ¿Justo? Pues no. ¡Un individuo capaz de callar un crimen cerca de quinientos días! ¡Una vida perdida por un deseo enfermizo! Sinceramente, ni dormiría con él ni tampoco le confiaría mi bolsa de canicas.