El Mar Menor es un entorno medioambiental del que es fácil enamorarse. El hecho de que se pueda abarcar a simple vista, con la mirada, desde cualquiera de sus puntos nos da una sensación de pertenencia y de propiedad a los que vivimos en sus orillas, que hace que sintamos muy a flor de piel todo lo que le está sucediendo. Es una joya a la que se le ha golpeado muy duro, durante mucho tiempo, por muchas partes y con todas las autoridades políticas mirando para otro lado. La reciente denuncia del fiscal no hace otra cosa que dejar claro lo que ya sabíamos todos los marmenorenses: los políticos no hicieron nada para evitar esta situación y tienen responsabilidad directa en lo sucedido.

Pasado ya bastante tiempo desde que este ecosistema dijo ´basta´, no tenemos a nadie aún que haya asumido responsabilidades ni haya entonando el mea culpa. Por ejemplo, habría estado bien escuchar un «lamento que mi Gobierno no hiciese nada para evitar esta situación» del señor Valcárcel, que estuvo al frente de la Región durante casi veinte años. Ningún político ha pedido perdón. Ninguno ha dimitido. Nadie. Ahora muchos confiamos en la vía judicial para que se asuman estas responsabilidades.

Pero no sólo eso Antes del verano incluso algunos grandes pensadores del PP, presidente regional a la cabeza, dieron a entender que esto ya se estaba arreglando, cómo no, gracias a su espléndido trabajo.

Ni mucho menos. Aún nos quedan muchos años, por desgracia, de tener un Mar Menor en cuidados intensivos y quizá lo tengamos que tener siempre para evitar que se vuelva a poner a nuestra zona ecológica más preciada al borde de la ruina.

En Ciudadanos hemos tenido estas cuestiones muy claras desde que llegamos. Hemos confiado en los expertos y pedido, hasta que nos ha dolido la boca de repetirlo, que se les dejase trabajar, adecuadamente, y sin interferencias políticas, en arreglar esta crisis medioambiental.

Además hemos tenido claro que esta situación también dependía de otra cosa: poner dinero encima de la mesa para que todo lo que sea preciso hacer se pueda llevar a cabo, ya que no sólo con buenos deseos se arreglan los problemas. Por ello, en estos Presupuestos regionales de 2018, ha sido Ciudadanos el que ha introducido una inversión de casi 29 millones de euros para actuaciones relacionadas con el Mar Menor. Ponemos encima de la mesa en un solo año casi dos tercios del dinero que suponía toda la famosa ITI del Mar Menor, dotada con 45 millones. Ese plan que fracasó y que nadie sabe explicar muy bien cuánto dinero ha invertido ni en qué.

Ciudadanos cree firmemente en que el Mar Menor es un problema con mayúsculas para la Región. Lo es porque la mayor parte del turismo que recibimos se dirige al Mar Menor. Lo es porque cientos de familias viven de la pesca en sus aguas. Lo es porque todos los pueblos costeros, desde San Pedro del Pinatar a Cartagena, se hundirían si el Mar Menor llegase a una situación de muerte ecológica. Lo es porque la Región de Murcia no se puede entender sin él. Y lo es porque puede ser también el símbolo de una Región de Murcia del siglo XXI que sabe superar sus propios errores y sus propios problemas, una Región moderna, sostenible y avanzada. Ciudadanos seguirá trabajando para lograr que sea ese símbolo.