No encuentro mejor expresión que la que define la actitud de quien persiste en errores garrafales, empecinadamente, incluso sabiendo que mantener el error causa un daño peor que no mantenerlo.

Es la actitud del ministerio de Fomento, Gobierno regional y ayuntamiento de Murcia con relación al proyecto de soterramiento, emanado del Convenio de 2006, para un nuevo acceso ferroviario a la ciudad de Murcia que había de ser manifiesta e indefectiblemente soterrado y sin consideración alguna sobre un acceso del AVE en superficie a la estación Murcia-El Carmen, como ahora tratan de imponer a la ciudadanía de Murcia. Se trata, pues, de una flagrante transgresión del compromiso firmado entre las tres Administraciones púbicas que no tiene base alguna en la que sustentarse.

La Alta Velocidad Ferroviaria tenía que llegar soterrada por definición, sin posibilidad alguna de que entrara en nuestra ciudad de ninguna otra forma. La vía en superficie provisional tiene como único objetivo soportar las circulaciones que, en el momento de la obra, transcurran por las vías que recorren el tendido ferroviario que se ha de soterrar, y sólo ésas por definición. Pretender cambiar esta condición es una manipulación que no tiene cabida en aquel Convenio. Y no tiene sustento legal ni técnico que lo justifique. Tan sólo se trata de un cambio no pactado, impuesto por Fomento y asumido servilmente por el Gobierno regional y el municipal de Murcia. Con hipotéticos beneficios corporativos y sectoriales que se ponen por encima de los intereses de los ciudadanos de nuestros barrios, que se van a ver separados de la ciudad de la que forman parte con los riesgos sociales y económicos que inevitablemente caerán sobre sus hombros.

La ciudadanía de Murcia lo ha expresado democrática y constitucionalmente el 30 de septiembre pasado con más de 50.000 personas en la calle de manera pacífica. Los vecinos de nuestros barrios durante casi un centenar de días, de manera ejemplar, por mucho que se quiera poner en cuestión su proceder.

¿Qué necesita más un gobernante democrático para hacerse eco de una demanda ciudadana? ¿Qué desdoro supone para un alcalde, presidente de Región o ministro escuchar a sus ciudadanos y atender sus peticiones tan gráficamente expresadas? ¿Qué deshonor supone para un gobernante democrático? ¿Qué afrenta? ¿Qué deshonra, escuchar a un pueblo que durante tres meses reclama de manera continuada, pero civilizada, una petición legítima, coherente, justa y constitucional? ¿Piensan acaso que con ello queda en entredicho un gobernante? Pero, ¿no nos dijeron en la última campaña electoral que iban a defender nuestros derechos? ¿que iban a atender nuestras peticiones? ¿que se ponían al servicio de los ciudadanos? ¿O acaso es que nos mentían? ¿Han olvidado sus promesas electorales al pueblo al que pidieron el voto? ¿O tal vez no llegaron nunca a creer lo que nos prometían?

¿Es así cómo piensan resolver el mayor problema que tienen los gobernantes murcianos, que no es otro que la pérdida de credibilidad de los ciudadanos? ¿Cómo van a volver a creer en sus gobernantes si les tratan con una prepotencia rayana en el despotismo, que llega incluso a cuestionar el criterio favorable del mismísimo Parlamento Europeo? ¿Osadía del necio o de quien esconce intereses inconfesables?

La verdadera política no puede desligarse de la ética y del ejercicio y la gestión honestos. Los ciudadanos les piden coherencia y responsabilidad. No pueden exigir menos, aunque lo están haciendo por cauces civilizados.

Lo que ustedes nos proponen es un ´cuento de la lechera´ inverosímil. Sin mayor seguridad de culminación que otros proyectos prometidos con igual ahínco y que quedaron en propuestas inconclusas: Paramount-Park, Contentpolis, Zerichera, aeropuesto sin aviones y un largo etcétera. ¿O acaso se creen súbitamente infalibles? ¿O permanentemente gobernantes en un ambiente político nacional nada estable ni tranquilizador?

¿Cómo se atreven a embarcarnos en un proyecto cuya culminación podría depender de la decisión de un nuevo Gobierno? ¿Y si un nuevo Gobierno tuviera otras previsiones y decidiera aparcar AVE y soterramiento, o hacerlo con otros planteamientos? ¿Es por esta razón por la que se empeñan en traer el AVE en superficie antes del soterramiento en función de intereses ocultos? Estas son las preguntas que se hacen nuestros vecinos, a las que nadie puede dar respuesta.

Porque no olvidemos que el 2019, año electoral, está a la vuelta de la esquina. Y que el 21 de diciembre podrían cambiar muchas expectativas, entre ellas AVE y soterramiento en Murcia.

Si puestos a creer, lo único potencialmente creíble en estos momentos son 1.113 metros de soterramiento, háganlos y después traigan el AVE. Pero sólo después del soterramiento. Dejen el AVE fuera del ámbito de las obras y les será mas fácil trabajar y ahorrar dinero en lo que ustedes dicen que es obra provisional.

No lo olviden, señores gobernantes. De su actitud podrían derivarse consecuencias que nadie desea y que hasta el momento presente se han conseguido evitar. Reflexionen y obren con mayor cordura de la que hasta hoy han hecho gala.

No queremos en Murcia otro caso Valladolid. Ni queremos otro Gamonal en Murcia.

¿Qué otra cosa podemos hacer? De ninguna manera, abandonar nuestra demanda y nuestras movilizaciones. Sépanlo. Aunque nos amenacen con la represión de la que algunos no tienen inconveniente en hacer gala.

¿Van a seguir inflexibles e insensibles a las demandas de la ciudadanía? ¿Sostenella y no enmendalla?

Será vuestra la responsabilidad.