Las prisas son malas consejeras en todo. Por eso no entiendo la que le ha dado ahora al Gobierno regional por arreglar el estado del Mar Menor. Durante unos veinte años distintos colectivos han estado advirtiendo del desastre ecológico al que se estaba abocando, cuesta abajo y sin frenos, a la laguna salada y en este tiempo no se ha movido un dedo. Pero mira por dónde en este último año y pico, tras la famosa ´sopa verde´, todo son prisas por intentar arreglarlo. De nada sirve que los expertos, científicos y entendidos, en los distintos aspectos/motivos que están interrelacionados y que han llevado a la laguna al punto en el que está, adviertan de que el ecosistema tardará en recuperarse. Y que hay que darle tiempo, aunque, claro está, ayudándole con una serie de medidas para que salga de la UCI. Esto viene a cuento de las recientes manifestaciones, primero del presidente murciano, Fernando López Miras, y luego de la consejera portavoz, Noelia Arroyo, echando la culpa a los científicos de que aún no se hayan puesto en marcha estas medidas. Hay dinero y todo está preparado para intervenir, dijeron, y lo que está frenando esta actuación es el informe del Comité de Asesoramiento Científico que lleva ¡una semana de retraso! Y digo yo, ¿cuánto retraso lleva la puesta en marcha de los filtros verdes (con los estudios ya hechos) que iban a evitar la entrada de nutrientes a la laguna, prometidos hace un año? ¿Y cuánto las plantas desnitrificadoras para las depuradoras, también ya con la planta piloto testada? Sólo por poner dos ejemplos. Un poco de seriedad, por favor.