La decepción es un malestar causado por un desengaño que es lo que sienten muchos de los militantes socialistas que han apoyado a Diego Conesa. Quizá por eso, días antes del congreso regional del PSRM-PSOE Conesa envió un mensaje de whastapp con el aviso de que «veréis cosas que no os van a gustar y otras que no vais a entender pero es en aras de la unidad del partido».

La integración se ha intentado pero no se ha terminado de lograr y la prueba más evidente es que necesitaron más de diez horas (madrugada incluida) para consensuar un par de listas. María González no ha terminado de aceptar la derrota en primarias hasta el punto de que pocos días antes del congreso del partido, en su agrupación de Murcia-Vistalegre dijo a los suyos: «yo he ganado porque son solo doscientos votos de diferencia y eso no tiene importancia».

María González debe afrontar la fase de duelo que conlleva toda pérdida importante como ha sido la victoria que logró acariciar y aceptar algo que ya es irreversible y es que Diego Conesa es su nuevo secretario general. No le queda otra que curar las heridas que siguen sangrando tras un congreso tenso, muy tenso, del que no hay ni una sola fotografía de ellos juntos aunque solo fuese por hacer el paripé de cara a la sociedad a la que dentro de pocos meses querrán convencer de que son una alternativa de gobierno seria y con fundamento y no un partido donde los puñales vuelan a las primeras de cambio. Y más ahora que soplan vientos favorables al PSOE por el suicidio independentista de Podemos y Pablo Iglesias.

Las expectativas de cambio real en el partido generadas por Diego Conesa entre muchos militantes se han visto en parte defraudadas y por eso desde su entorno están pidiendo tiempo para que pueda explicar por qué ha metido en el comité federal a María González, a Manuel Torres, de Cartagena-Sur, cuya agrupación votó en bloque por González y al molinense Ángel Moreno a quien sus compañeros de partido describen como un hombre ´excesivamente vehemente´ y de ´imitada capacidad intelectual´, pero a quien el alcalde de Calasparra ha querido agradecer que se implicara tan apasionadamente en la victoria del renacido Pedro Sánchez.

Conesa admite que ha intentado no dar a María González los argumentos morales y políticos que buscó durante todo el congreso para dentro de unos meses levantarse contra la nueva dirección del partido con la excusa de que Conesa pasó el rodillo. Lo que sí hizo fue vetar a Roberto García de Beniel a quien María González propuso para el comité federal en agradecimiento al apoyo prestado. Conesa ha intentado, ya se verá con qué éxito, que la diputada no tenga la tentación de disputarle la candidatura socialista a la presidencia de la Comunidad tensionando aún más un partido históricamente dividido por luchas fratricidas.

Muchos de los que le han apoyado también tienen la impresión de que el nuevo secretario general del PSRM-PSOE ha perdido la oportunidad de poner a los más competentes al frente de áreas clave. No se entiende que haya separado Agua y Agricultura en dos secretarías pese a que en esta región son indisolubles y habrían requerido de un solo departamento dirigido por un militante experto en estas lides y no por dos jóvenes inexpertos cuando se anuncian restricciones de agua potable, los agricultores advierten de que se van a secar 44 millones de árboles y desde el ministerio no dan soluciones. Ciertamente ofreció esa secretaría de agua a José Salvador Fuentes Zorita que, por razones de edad, declinó el ofrecimiento aunque se ha mostrado dispuesto a acompañarle a cuantas reuniones haga falta y presidirá la conferencia sectorial de agua que se celebrará en Torre Pacheco los días 2 y 3 de diciembre con la asistencia de la ex ministra Narbona.

Dar la portavocía a su rival en primarias Francisco Lucas y con ella el protagonismo mediático que conlleva es para enmarcar en la sala de errores, por no hablar de la inexistencia de una secretaría de Comunicación a año y medio de unas elecciones autonómicas donde los medios de comunicación son imprescindibles. Conesa, torpemente, no se ha dado cuenta de que su partido necesita de una potente estrategia de comunicación política que le haga ganar presencia regional tras años de comunicación errática y a salto de mata. «Las elecciones se ganan en la peluquería, en la barra del bar y en la cola del supermercado», insiste machaconamente el alhameño, pero eso ya no basta con un PP que copa y copará los medios de comunicación con la ventaja añadida de que están en el Gobierno y su potencial se multiplica aunque no tengan en nómina a los asesores más brillantes a tenor de los mensajes que enlatan para López Miras.

No, no basta con que los militantes socialistas estén informados de las andanzas de sus diputados, senadores y alcaldes y corran a contarlo al vecino. No basta con construir un relato sólido si los votantes no saben quién es ese señor con gafas que les pide el voto y dice que quiere ser presidente de la Comunidad autónoma. Conesa, que ha pecado de buenismo, debe a afianzar su liderazgo político y tomarle el pulso a la sociedad murciana, no solo a sus militantes. Ya no puede coger una mochilla y ponerse a repartir folletos puerta a puerta por toda la región como hizo para ganar la alcaldía de Alhama.

López Miras ¿todavía tutelado? A Fernando López Miras también le toca gestionar la decepción que sienten votantes y militantes que creen que en el PP hay personas mucho más preparadas y solventes que él y no pueden evitar verle como el albacea testamentario de su mentor, Pedro Antonio Sánchez, que, al parecer, sigue estando detrás del pinganillo aunque ya ha dimitido como diputado regional (no ha solicitado la cesantía económica a la que tiene derecho) y presidente del PP. López Miras mantiene a su lado como jefe de gabinete a David Conesa aunque está imputado en el caso Púnica de corrupción. Y por lo que comentan fuentes populares, ni siquiera ha sido suya la decisión de nombrar a Miguel Ángel Miralles como coordinador general del PP sino de su mentor, que ahora ha reforzado su defensa fichando al prestigioso y caro bufete de abogados madrileño Choclán y Montalvo que, entre otros, ha defendido a Mourinho y a Cristiano Ronaldo.

López Miras, que se ha envuelto en la bandera y no pierde oportunidad de gritar «¡Viva España! ¡Viva el Rey!» aunque el público no le siga y tenga que instarles a repetirlo ´más fuerte´ como sucedió recientemente en Archena, se pasa los días culpando de todos los males regionales a Zapatero y repitiendo que su Gobierno «es de las personas» y que todo lo que hace «pensando en las personas». Una obviedad, porque nadie entendería que presidiera un Gobierno pensando en las amebas. También repite que tiene un proyecto de futuro que va más allá de 2019, pero no explica si en ese proyecto de futuro hay agua, que es vital.

Agua y futuro. Lo único cierto del presente y del futuro que nos aguarda es que cada murciano debe ya 6000 euros en concepto de deuda regional (2016 acabará con una deuda de 8.300 millones de euros y subiendo en 2017) por un sistema de financiación autonómica que nos castiga y Rajoy no ha modificado aunque estaba obligado a ello desde 2014. No es que hayan fallado los algoritmos del sistema ZP, como dice Noelia Arroyo; ha fallado el Gobierno de la región por no exigir con firmeza su reforma y el Gobierno de la Nación por no reparar la injusticia. Lo único cierto del presente y del futuro a corto que nos aguarda es que no hay agua para regar (peligran 44 millones de árboles) y puede que en breve no haya para beber y ducharse porque el Gobierno de Zapatero derogó el trasvase del Ebro dando alas políticas a Esquerra Republicana de Cataluña, y el Gobierno Rajoy no lo arregló cuando gobernó con mayoría absoluta y tuvo oportunidad. Es más, pese a las advertencias, el ministerio ha incurrido en una grave dejación de funciones (Lucas Jiménez habla de irresponsabilidad supina) por abocarnos a la penuria hídrica y a reducir producción y riqueza en un país que sigue saliendo de la crisis económica mientras desde CHS dicen que «estamos en manos de la lluvia» y los diez diputados por Murcia en el Congreso no hacen nada al respecto.

La cuenca del Tajo almacena en este momento más de 4.400 hm3. Las aportaciones medias anuales suman 8.222. Las demandas totales de la cuenca son 2.800 hm3 al año y 2.700 hm3 es el mínimo caudal que anualmente debe pasar a Portugal por el convenio de la Albufeira, aunque en años de pluviometría normal pasan al país vecino entre 8.000 y 9.000 hm3. Podría darles datos de otras cuencas hidrográficas españolas, pero con eso solo contribuirá a incrementar su indignación.

¿Sabían ustedes que en la zona portuguesa del Alentejo, cerca de Extremadura, riegan a manta con agua del Tajo los pastos de hierba donde comen las vacas porque existe el sello de calidad para la leche denominado ´vacas felices´ que certifica que proviene de vacas alimentadas en libertad? Agua hay en España, lo que falta es voluntad política para repartirla. No, me temo que no habrá pacto nacional del agua porque la ministra Tejerina lo ha condicionado al acuerdo de todos y eso es imposible.

A López Miras también le toca gestionar la decepción que sienten muchos de sus votantes porque no termina de convencer y por el trato dispensado a esta Región por parte de Rajoy, quien ante la falta de agua en la cuenca del Segura mira al cielo. Un disparate. Como haya restricciones a la población, van a tener que dar muchas explicaciones porque estaban avisados y el que avisa no es traidor. Alberto Garre viene empujando y ya ha dicho: «Si mi partido llega al Congreso votaré la investidura del Gobierno que me dé lo que pido para mi región». El mensaje es tan simple y directo, que lo hace letal.