Que ciertos políticos y empresarios que están en la cárcel por corruptelas varias viven a todo lujo es algo que nadie duda. Tanto sus compañeros cuando salen de permiso o definitivamente como ciertos documentos de sus peticiones (televisiones, DVD y hasta canapés) lo confirman. Muchos de ellos entran en la cárcel de Soto del Real. Se dice que es una prisión ´vip´, un lugar al que todos, una vez condenados, quieren ir. Y es que sus celdas son casi todas individuales, con baño propio, y muchas de ellas permanecen abiertas durante el día y tienen televisión. Se entendería que estos personajes no quisieran salir, pero sorprende el caso de un reo de 36 años, encarcelado en Alhaurín de la Torre, que sorprendió al tribunal de la Audiencia Provincial de Málaga que tenía que decidir si continuaba en prisión mientras el Tribunal Supremo resuelve el recurso contra la sentencia que lo condenó a cuatro años por abusos sexuales en enero pasado. Y es que tanto los magistrados como la fiscalía se mostraban conformes con que pueda abandonar el penal, a la espera de que la resolución sea firme, pero él ha pedido continuar en la cárcel hasta terminar un curso de formación que está haciendo. No es el único caso. Hace unos meses, un estadounidense originario de Kansas asaltó un banco con el objetivo de ser enviado a la cárcel y escapar de su mujer. «Prefiero estar preso que en casa», dijo Lawrence Ripple a su esposa Remedios, justo después de una pelea. Sin palabras...