Cada vez cultivamos mejor nuestra imagen exterior. Lo vemos en la ropa, en los maquillajes, en los peinados, en los tatuajes, en la musculatura€ Una imagen que oculta el cultivo de nuestra psicología, de nuestra personalidad. Recuerdo cuando los tatuajes se identificaban con la población privada de libertad, antes denominada reclusa; veías a una persona con tatuaje y te alejabas de ella. Ahora es raro no ver a un futbolista de cierto renombre con tatuajes. Me llama la atención los pantalones rotos, porque veo cómo la moda se impone y lo que antes era ir mal vestido, ahora hay que llevarlo. Igual me pasa con los jóvenes, entre los que se ha impuesto la moda de un estilo de corte de pelo. Entiendo que la imagen exterior hay que cuidarla, nunca dejarse llevar por las modas, pero lo importante es nuestro interior, porque como sea nuestro interior así nos manifestaremos, la imagen será expresión de cómo somos.