En la película americana Una proposición indecente, un todavía guapetón Robert Redford pagó un millón de dólares por compartir mantel y cama con la espectacular Demi Moore. El trato casi acaba en tragedia porque quebró la confianza entre Moore y su pareja en la ficción. El precio pagado fue muy alto. Salvando las distancias es lo que le ha pasado al PSOE con la crisis de los presupuestos municipales en el Ayuntamiento que sí ha acabado en tragedia en este caso. La salida de José Ignacio Gras ha sido el gran sacrificio realizado por él mismo y por los socialistas de su grupo que lo apoyaban para desatascar el asunto y poner paz a una contienda que podría haber hecho estallar la parte local de un partido que aún tiene un futuro incierto en todos los campos en los que juega.

Si Redford puso precio a Moore, el todavía líder de los socialistas murcianos, Rafael González Tovar, también le ha puesto precio a José Ignacio Gras, una cantidad que resulta irrisoria si se tiene en cuenta el montante total de los presupuestos municipales de Murcia, pero elevada si consideramos que los socialistas han pagado un alto precio al desprenderse de uno de los portavoces que lo ha tenido todo en contra desde el principio por fuerzas ajenas a su voluntad y que le hizo el favor de su vida a Tovar y su troupe.

El precio pagado por Gras ha sido medio millón de euros, que es el añadido que el Gobierno local del PP ha puesto a la última propuesta defendida por el exportavoz socialista, aunque hay que subrayar que esos 500.000 euros de los que presumía Tovar para socavarle los cimientos al que él eligió de portavoz (defenestrando a Pedro López, el líder local de las primarias del PSOE), ya prácticamente los había conseguido Gras en la última conversación que tuvo con el alcalde de Murcia, José Ballesta.

Ese medio millón de euros (casi la mitad de lo que Redford pagó por Moore) es mucho si habláramos del caché de un artista, pero es poco teniendo en cuenta que el montante total del Presupuesto Municipal es de casi cuatrocientos millones de euros. Los socialistas ahora se abstendrán en el pleno del próximo miércoles para que el PP saque adelante las cuentas, algo que el portavoz dimisionario (su frase «me voy por dignidad» quedará para los anales de las crónicas políticas) defendió a capa y espada, y han salido ufanos diciendo que han conseguido el 8% para las juntas vecinales de barrios y pedanías, una verdad a medias según entienden algunos de sus pedáneos (sobre todo los más díscolos) y otros grupos municipales como Cambiemos Murcia, que ya se ha apresurado a decir que del 8% nada. Este grupo de izquierdas sostiene que la cuenta municipal «solo prevé destinar, sin un criterio claro de reparto, el 3,7% del total a los barrios y las pedanías, lo que está muy lejos del 8% que contempla el Reglamento de Participación Ciudadana del Ayuntamiento para la gestión directa de los recursos presupuestarios de la Corporación por parte de las juntas municipales».

Por nadie pase.