Pues sí, amigos. El espectáculo debe continuar. Me hacen gracia aquellos que critican la moción de censura de Pablito Iglesias porque era un mero espectáculo. ¿Pero no nos hemos dado cuenta de que la política es ya puro espectáculo? Es evidente que a Podemos no le ha salido muy bien el asunto. Plantearon la moción para fastidiar al PSOE y postularse como verdadera oposición pero los acontecimientos han cambiado. No esperaban lo de Pedro Sánchez. Eso les ha descolocado todo. Es obvio que la moción de censura (condenada de antemano al fracaso ante los enjuagues de Ciudadanos) era algo efectista, puro humo, pero no olviden ustedes que en la política moderna lo que importa es la comunicación. Que se lo digan a Zapatero. No creo que la moción fuera ni mucho menos una pérdida de tiempo, de hecho, es curioso que cuando el PP planteó una muy similar a ésta, les parecía una iniciativa muy brillante aún condenada al fracaso, pero ahora, cuando se la presentan a ellos, ya no mola tanto. En cualquier caso Pablito ha perdido fuelle, se ha desgastado y el antaño brillante Mariano Rajoy le ha parado bastante bien los pies. Este señor, el presidente, es otro caso más de un fenómeno que se da mucho en España, 'el supravalorao'. Un tipo al que nos han vendido como brillantísimo registrador de la propiedad (habría que hablar mucho de ese asunto, léase caso Redondela) y que ahora va nutriendo de escenas descojonantes a la videoteca de Youtube. Su episodio ininteligible frente a Pablito del otro día y en el que se le entendió menos que a Mariano Ozores, demuestra que don Mariano no es, ni mucho menos, ese brillante orador y mejor estratega que nos han vendido. En suma, un espectáculo que no ha cambiado nada. Bueno, algo sí, Pablito sigue bajando.

Abrazote chillao.