lguien se imagina a FER presidiendo esta Comunidad si el PP eligiera a sus candidatos por primarias? Unas primarias en las que se confrontaran ideas, proyectos, capacidad de liderazgo€ Vamos, algo parecido a las que acaba de tener el PSOE o tuvo Podemos en Vistalegre II.

A mí, lo confieso, me resulta francamente difícil. Por lo menos, por lo que llevamos visto hasta ahora. No creo siquiera, y no quiero cargar las tintas, que hubiera superado el primer round. Pero como en el PP no hay primarias, y de momento no se las espera, el nuevo y presunto presidente regional se ha ahorrado de pasar por ese trago amargo.

Que el PSOE tenga por norma estatuaria elegir a su secretario/a general por primarias dice mucho de su vocación democrática. Lo mismo ocurre con Podemos. Es lo que piden los tiempos y lo menos que se puede esperar de formaciones que actúan en sociedades democráticas. Sigue sin entenderlo así el PP, que anclado en el pasado y profundamente marcado todavía por sus reminiscencias ´franquistoides´ (no hay más que ver el poco asco que le sigue haciendo a la simbología de la dictadura, la del Valle de los Caídos incluida), prefiere mantener su sistema de ´democracia vertical´, que como decía el otro, «ni es democracia ni es ná». Una práctica heredada de Fraga, que luego han imitado Aznar, nombrando a dedo a Rajoy, Valcárcel imponiendo a PAS, y PAS sacándose de la chistera a FER.

Deberíamos desconfiar por principio de quienes teniendo por meta gobernar un país recelan de sus bases. Si se considera madura a la ciudanía en su conjunto para elegir a través del sufragio universal a quien ha de dirigir una nación, no se entiende que la militancia de un partido no pueda estarlo para elegir por el mismo sistema a quien ha de dirigir su formación.

Valga esto como idealización teórica. Viene ahora la cruda realidad. Nadie es tan ingenuo que no sepa que cualquier confrontación electoral deja tras sí sus regueros de sangre (en el sentido figurado, no se me asusten), sus caídos por fuego amigo, su paisaje de ruinas y destrozos, sus enconos personales de por vida. Lo vimos en Vistalegre II. Lo hemos visto ahora en Ferraz II. Pero quizá sea éste, ´democracia obliga´, el precio que haya que pagar por tener la valentía de confrontar ideas y proyectos sin tapujos. Por alejarse de la prácticas ocultas, caciquiles y clientelistas de siempre.

Las primarias del PSOE han sido, en este sentido, todo un ejemplo de transparencia y necesaria confrontación democrática. Con un resultado inapelable. Al final, tras casi dos años de ´guerra civil´ retransmitida en directo, las bases socialistas han ´rehabilitado´ por voluntad mayoritaria a su exsecretario general, Pedro Sánchez, después de que el ´aparato´ lo defenestrara con males artes en un congreso federal de infausto recuerdo. Contra todo pronóstico (sobre todo el de editoriales amigas, sondeos dudosos o avales poco fiables), Susana Díaz ha sufrido una derrota que raya la humillación. Contra todo pronóstico, las bases han clamado por un PSOE anclado en la izquierda. Y contra todo pronóstico, se han revuelto contra una gestora, unos barones, una vieja guardia, que han contemporizado en exceso con un Gobierno sustentado por un partido pringado hasta el cuello por la corrupción y marcado por su gestión infame de la crisis económica.

Hemos asistido con Sánchez a lo mismo que asistieron los socialistas franceses con Hamon: a la rebelión de las bases. A la rebelión de miles de militantes concienciados, hartos de ver campar a sus anchas a unos poderes financieros que con la complicidad de las élites políticas están desplumando a las clases trabajadoras.

Queda por saber ahora cómo va a gestionar Sánchez su ´no es no´ a Rajoy. Y en esto volvemos a las andadas. Aritméticamente, sólo cabe un imposible acuerdo entre Ciudadanos, PSOE y Unidos Podemos. Pero a nadie se le escapa que los vetos cruzados entre Rivera y Pablo Iglesias son tan fuertes que impiden que se pueda articular cualquier mayoría alternativa. Así que corre el riesgo de encontrarse ante un nuevo callejón sin salida. ¿Qué hará entonces para contener a esa otra mitad de militantes que no le han votado? ¿Volverá la vieja guardia a sitiar, como hace un año, la secretaría general? En Francia, las deserciones de los más moderados u oportunistas están acelerando la agonía del partido socialista. No parece que en el PSOE los tiros vayan por ahí. Pero nada está escrito. Unidos Podemos viene pisando fuerte por la izquierda y Ciudadanos por el centro no se desinfla. Así que el paisaje después de las primarias en el histórico partido socialista es más bien brumoso.